Luego de más de tres años de verificar información y
entrevistar testigos, la Comisión de Estudios del Fenómeno Ovni de la República
Argentina (Cefora) avanza en la desclasificación de archivos ovnis y presenta
toda la documentación referente al caso que por primera vez tomó estado
público, confirmó a AIM la directora de
la entidad, Andrea Pérez Simondini. Se trata del documento “Héctor Flores – 2 de noviembre de
1972- Campo de Mayo”.
Simondini explicó que “a partir de la campaña de pedido de
desclasificación de expedientes ovni, en la Argentina, empezamos a tomar
conocimiento, no sólo de nuevos casos, sino de la documentación oficial que
ellos generaron”.
La ufóloga destacó que “siempre supimos de casos
relacionados con Gendarmería por los medios de prensa, pero nunca pudimos dar
con un documento de los mismos, ni aún con el del avión interviniente de la
fuerza en el ‘Caso Bariloche – (31 de julio 1995)’”.
Sin embargo aclaró que “gracias a la gestión del Comandante
(Re) Rubén Cipuzak, se contactó conmigo el Comandante (Re) Walter Martínez,
editor de la Revista del Círculo de Oficiales de Gendarmería, y puso en mi
conocimiento el hallazgo de este caso, que ocurrió en 1972”.
El caso
Pérez Simondini relató que el 2 de noviembre de 1972, sobre
los cielos de Campo de Mayo, Buenos Aires, un avión de Gendarmería, modelo
Cessna 182, monomotor cuatriplaza de ala alta y tren de aterrizaje triciclo,
tuvo un incidente con un ovni en pleno vuelo.
Esa noche, alrededor
de las 20:30, tripulantes de una aeronave de Gendarmería Nacional que
realizaban un vuelo de instrucción nocturna sobre sobre el cielo de Campo de
Mayo (Buenos Aires) observron un objeto volador no identificado.
En esa oportunidad hubo varios testigos: “vieron el ovni el
segundo Comandante, instructor del Escuadrón Vuelo de Gendarmería con base en
Campo de Mayo, y piloto de la aeronave,
Ramón Héctor Flores; el primer Alférez Alejandro Urs Vogt, en situación
de revista en el Escuadrón Vuelo de Gendarmería, y Jorge Torrecilla, piloto civil y profesor de Tiro de Gendarmería y del Estado
Mayor Conjunto”.
Los hechos
El informe a Foja 1 especificó que el vuelo de entrenamiento
nocturno se inició a las 19:20 en un avión monomotor Cessna 182 (matrícula GN
7E), con tres tripulantes a bordo y bajo muy buenas condiciones meteorológicas
(cielo despejado y estrellado). “Según el testigo principal, segundo Comandante
Ramón Flores, el avistamiento del objeto comenzó a las 20:30, a una distancia
relativa de 35 a 40 (no se especifica la unidad de medida de distancia), a una
altura angular de 25º con respecto al horizonte y con una orientación NE”.
La observación del fenómeno duró cerca de 40 minutos, de los
cuales entre 28 a 30 minutos el ovni se mantuvo estático, mientras que por un
lapso de 10 a 12 minutos acompañó el desplazamiento del avión de Gendarmería.
La ufóloga precisó que “los testigos pudieron apreciar el
objeto a simple vista y a través de los cristales de la aeronave. Ante tal
situación, el piloto solicitó a la Torre de Control de Campo de Mayo la
autorización para dirigirse hacia el mismo con el fin de identificarlo”.
Más datos
El piloto describió el objeto de esta manera: “…presentaba
forma de enorme medialuna con su borde interior irregular, pendiendo
aparentemente fuera del mismo y en su parte inferior una luz de reducido tamaño
con bordes azulados…”.
Al recibir la autorización de la Torre de Control de Campo
de Mayo, inició una aproximación ascendente para identificarlo y al acercarse a
unos 12 kilómetros, lo caracterizó así: “…presentaba en ese momento una forma
casi esférica y bien definida, desapareciendo la luz azulada y el color rojizo
del objeto fue tornándose más apagado…”. Para mejorar las condiciones de
observación se apagaron las luces internas y externas del avión.
Tanto el color como la forma se mantuvieron hasta que la
aeronave se acercó a unos 300 metros del objeto, momento en que el piloto debió
cambiar de dirección hacia la izquierda (dirección SE) para evitar una posible
colisión a 1600 metros de altura sobre la localidad de Campana (Buenos Aires).
Es en este momento cuando se apreció un cambio en el
comportamiento del objeto, ya que durante el viraje evasivo del avión, aquél
comenzó a acercarse a, lo que motivó al piloto a tratar de dejar a este objeto
por detrás de su aeronave. Durante esa maniobra se apreciaron más detalles:
“…pudieron ser divisadas dos o tres luces blancas, pequeñas, de regular tamaño
y uniforme dimensión en el tercio inferior del objeto…”.
Informe Anexo II-a
Una vez reorientados con rumbo a Campo de Mayo, Torrecilla,
que estaba sentado detrás del asiento del piloto, advirtió que el objeto estaba
detrás del avión, con un color más apagado, manteniendo su forma y distancias.
Los tripulantes iniciaron un nuevo cambio de rumbo para
tratar de obtener mayores detalles del objeto, pero lo perdieron de vista
momentáneamente. Finalizada la maniobra, consultaron a la Torre de Control de Campo de Mayo sobre
la posición del ovni. Entonces, Urs Vogt descubrió la presencia del objeto
sobre la misma aeronave, lo que motivó al piloto a descender en espiral hasta
los 600 metros de altura (otra maniobra evasiva), donde realizó dos nuevos
cambios de rumbo de 90º cada uno, pero “el objeto se mantuvo constantemente
sobre la aeronave”.
Informe Anexo II-b
Informada sobre estos acontecimientos, la Torre de Control
de Campo de Mayo ordenó el regreso de la tripulación a la base, adoptándose las
medidas preventivas del caso.
Durante la maniobra de aproximación final, tanto los
tripulantes como la Torre de Control perdieron el rastro del objeto. “Una vez
que aterrizaron fueron recibidos por personal del Ejército, quienes estaban
interesados en conocer los detalles sobre el incidente”, dijo la ufóloga.
Detalles adicionales
– Durante el vuelo,
la aeronave se mantuvo contacto con las Torres de Control de Campo de
Mayo y de La Plata, informando de los pormenores aeronáuticos pertinentes.
– La tripulación pudo oír por radio, mientras volaban, que
un avión de Aerolíneas Argentinas informó que también tenía a la vista el mismo
objeto.
– Pilotos de la Base Aérea de Morón que volaban en zonas
próximas a la del incidente también notificaron estas circunstancias.
– Durante el vuelo no se registró ninguna perturbación de
tipo mecánica o eléctrica en la aeronave (ausencia de efectos
electromagnéticos).
– Del perfil psicológico del piloto de la aeronave se
desprende una personalidad escéptica, objetiva, no propensa a explicaciones
“sobrenaturales”, limitándose a informar lo visto.
– El superior inmediato del piloto, el Comandante Jefe del
Escuadrón de Vuelo Emir Alberto Thomassey, validó la versión del mismo en
función de su capacidad profesional y moral.
–En la Foja 4 del Informe se encuentra un agregado que
expresa: “el presente formulario deberá ser llenado por el superior inmediato
de quien constate un hecho relacionado con objetos voladores no identificados y
tiene por finalidad informar a la superioridad de la institución a los efectos
de facilitar la confección de un registro ordenado y permanentemente
actualizado de los fenómenos de esta naturaleza observados por personal de su
dependencia”.
Conclusión
Pérez Simondini destacó que “Gendarmería Nacional Argentina
tenía (o tiene) registros de incidentes ovni que involucraban a personal de la
Fuerza, por lo que era una práctica habitual la actualización de los informes”.
Se trata del primer documento oficializado en relación a un
fenómeno aeroespacial en posesión de una fuerza de seguridad, en este caso
Gendarmería Nacional, que la
organización Cefora, que desde hace tiempo viene bregando por la
desclasificación de archivos ovnis, puso a disposición de la ciudadanía “para
que sea convenientemente analizado y estudiado, a fin de sacar conclusiones
acerca de la naturaleza de este intrigante fenómeno”.
CEFORA
De la Redacción de AIM
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