Hace 60 años un partido de fútbol se detuvo
intempestivamente cuando varios objetos voladores no identificados fueron
vistos sobre un estadio de la ciudad italiana de Florencia.
¿Llegaban extraterrestres a la Tierra? Y si no fue así ¿Qué
fueron?
Unos 10.000 fanáticos veían el encuentro desde las gradas
del Estadio Artemi Franchi. Pero justo después de empezado el segundo tiempo,
la cancha quedó en silencio y segundos después la gente en la grada emitió un
ruido como si estuviera exaltada.
Los espectadores ya no veían el partido, sino hacia el
cielo, señalando con sus dedos. Los jugadores dejaron de correr y el balón rodó
hasta detenerse.
Uno de los futbolistas era Ardico Magnini, una especie de
leyenda para el club que había jugado para Italia en el Mundial de ese año.
"Recuerdo todo de la A a la Z", asegura. "Era
algo que lucía como un huevo que se movía lentamente, lentamente, lentamente.
Todos estaban viendo hacia arriba y había algo brillante en el cielo, plateado
brillante".
"Estábamos impresionados, nunca habíamos visto algo así
en el cielo. Nos quedamos impactados".
Partido suspendido
El encuentro fue suspendido porque los espectadores vieron
algo en el cielo, decía el reporte que redactó el árbitro.
Entre los asistentes estaba Gigi Boni, un fanático del
Fiorentina de toda la vida. "Recuerdo claramente este avistamiento
increíble", dice. Su descripción de haber observado múltiples objetos
difiere un poco de lo que vio Magnini.
"Se movían muy rápido y luego se detuvieron. Todo duró
un par de minutos. Podría describirlos como unos tabacos cubanos. Me recordaron
a estos tabacos en la forma en que lucían".
Boni ha pasado muchos años reviviendo ese día en su mente.
"Creo que eran extraterrestres. Eso es lo que yo creo, no hay otra
explicación que pueda hacerme".
Otro de los jugadores, Romolo Tuci, cerca de sus 80 años,
está de acuerdo. "En esos años todos hablábamos de extraterrestres, de
ovnis y tuvimos una experiencia, los vimos, los vimos directamente, de
verdad".
El incidente en el estadio no puede ser interpretado como un
caso de histeria colectiva ya que hubo varios reportes de avistamientos de
ovnis en diferentes pueblos de la Toscana durante los días que siguieron.
De acuerdo a algunos testigos oculares, un rayo de luz
blanca fue visto en el cielo proveniente de la localidad de Prato, en el norte
de Florencia.
Otro hombre que no perdió la oportunidad de hablar sobre ese
día es Roberto Pinotti, presidente del Centro Nacional de Ovnis. Ha escrito
muchos libros sobre objetos voladores no identificados y su casa en el centro
de Florencia está llena de parafernalia relacionada con extraterrestres,
carteles de viejas películas B, artículos de periódicos enmarcados y fotos
borrosas en blanco y negro de platillos voladores.
"Tanto los jugadores como el público en las gradas
quedaron impactados al ver estos objetos sobre el estadio", indica
Pinotti.
"En esa época los diarios hablaban de marcianos. Claro,
ahora sabemos que eso no es así, pero podríamos concluir que fue un fenónemo
inteligente, un fenómeno tecnológico, un fenómeno que no podemos vincular a
algo que sepamos que está en la Tierra".
También está intrigado por el material que cayó del cielo,
lo que Magnini describe como plateado y brilloso.
"Es un hecho que al mismo tiempo que los ovnis eran
vistos sobre Florencia, había una extraña sustancia pegajosa cayendo desde el
cielo. En español lo llamamos 'cabello de ángel'", dice Pinotti.
"Se desintegraba"
"El único problema es que después de un corto periodo
de tiempo se desintegraba". A la edad de 10 años, fue testigo de este
fenómeno. "Recuerdo, en un día muy claro, ver los techos de las casas en
Florencia cubiertos de esta sustancia blanca por una hora, y como la nieve, se
evaporó".
"Nadie sabe que relación tiene esta sustancia con los
ovnis".
Varios testigos lo describieron como algodón, la sustancia
era difícil de recolectar porque se desintegraba con el contacto, pero muchos
intentaron determinar qué era.
Uno de ellos fue el periodista del diario florentino La
Nazione, el ya fallecido Giorgio Batini. En 2003, señaló al programa de
televisión italiano, Voyager, cómo ese día recibió cientos de llamadas
telefónicas sobre los avistamientos.
Batini salió a investigar. Se encontró con un trozo de
madera fuera de la ciudad cubierto con pelusa blanca. Recolectó varias muestras
envolviéndolas en un palillo de fósforo y las llevó al Instituto de Análisis
Químico de la Universidad de Florencia. Cuando llegó allí, encontró que otros
habían hecho lo mismo.
El laboratorio, manejado por el científico Giovanni Canneri,
sometió al material a un análisis espectográfico y concluyó que contenía los
elementos borón, silicona, calcio y magnesio. No era radiactivo,
desafortunadamente, esto no llevó a conclusiones definitivas y el material se
destruyó en el proceso.
¿Pudo haber venido de un ovni? "Es una idea
absolutamente tonta. La ciencia rechaza esa idea", dice el piloto de la
Fuerza Aérea de EE.UU. convertido en astrónomo, James McGaha.
Desde el Observatorio de Pastizales en el sureste de
Arizona, McGaha ha invertido más de 40.000 horas viendo el cielo nocturno, sin
mencionar las horas adicionales en la cabina de aviones caza.
"Todo el fenómeno de los ovnis es un mito, magia,
superstición envuelta en la idea de que los extraterrestres vienen para
salvarnos o para destruirnos", asevera.
Desde el punto de vista de McGaha, el espectáculo completo,
el "cabello de ángel" y todo, no fue otra cosa que arañas migrando.
"Las arañas usan estas redes como conductores, las
conectan y al verlas en el cielo como globos básicamente es porque así se
trasladan de un lugar a otro. Vuelan con el viento y estas bolas de telaraña
han sido vistas a miles de metros del suelo, por lo que cuando el Sol las
alumbra, brillan, ves toda clase de efectos visuales", agrega.
"Cuando esto se rompe y cae al suelo, parece magia,
claro", dice McGaha. "Estoy seguro que eso fue lo que ocurrió ese
día".
Migración de arañas
Esta teoría es apoyada por el hecho de que septiembre y
octubre son los meses cuando las arañas del hemisferio norte emigran, un hecho
que aún genera titulares en la prensa de hoy en día. Sin embargo, esto no
convence a todos.
"Claro que sé de la hipótesis de la migración de
arañas, pero no tiene sentido. Es una vieja historia estúpida", indica
Pinotti.
Refuta la teoría de las arañas debido al análisis químico de
las muestras de "cabello de ángel". La seda de araña es proteína, un
compuesto orgánico que contiene nitrógeno, calcio, hidrógeno y oxígeno, no los
elementos encontrados en las muestras de Batini y otros que fueron llevadas a
la universidad.
Luego de 60 años, la posibilidad de determinar las causas es
muy pequeña. "No confiaría en informes de un viejo y extraño evento como
éste a no ser que haya visto los datos", dice el escritor científico
Phillip Ball. Está de acuerdo en que los elementos que fueron observados en el
"cabello de ángel" no concuerdan con la teoría de las arañas.
"El magnesio y el calcio son elementos comunes de
cuerpos vivientes, bóron y silicona no tanto, pero si estos fueran los
elementos principales de la pelusa blanca, no me suena que vienen de
arañas", asegura.
Esto significa que sigue el misterio. No importa lo que
digan los científicos, aquellos que estuvieron allí están convencidos de que lo
que vieron no tiene nada que ver con algo de este planeta.
Romolo Tuci sólo dice que se siente afortunado de haber
estado allí. Sus ojos muestran todavía excitación cuando recuerda ese curioso
día. "Estaba hechizado y también muy feliz".
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