El ovni que sobrevoló bases antárticas en 1965
Se cumplen 50 años del famoso avistamiento ovni en las bases argentina
Se cumplen 50 años del famoso avistamiento ovni en las bases argentina
El 3 de julio de 1965 un puñado de personas, las únicas en
cientos de kilómetros blancos a la redonda, se encontró mirando al cielo con
fascinación.
En la base argentina Decepción eran algo menos de 20
personas. Ese sábado, a las 19.40, hacía un buen rato que la noche era clara y
tranquila. A esa hora, el observador meteorológico lo vio por primera vez. El
comunicado de la Marina hablaría luego de una "masa de forma
lenticular". Es decir, dos superficies cóncavas adosadas. Algo así como
una lenteja.
La "lenteja", según los diversos relatos, se movía
en el cielo cambiando de color. Los predominantes eran el rojo y el verde,
aunque dio todo un espectáculo: ofreció tonalidades amarillas, azules, verdes,
anaranjadas y blancas.
El observador meteorológico llamó a todo el mundo. Menos el
operador radial que estaba de servicio, todo el destacamento pudo ver el objeto
y seguirlo con el detalle que pudieron ofrecer prismáticos y teodolitos. A unos
10 o 15 kilómetros de distancia, el objeto se desplazaba en dirección general
Este, aunque por momentos cambiaba hacia el Oeste, a unos 45 grados. Según los
testimonios, variaba la velocidad, no emitía sonidos de ningún tipo y en
ocasiones se mantenía suspendido en el espacio. El comunicado de la Marina
especificó que fueron unos 15 o 20 minutos de espectáculo en condiciones de
visibilidad inmejorables. Más tarde, los protagonistas dirían que duró bastante
más.
El meteorólogo civil Jorge Hugo Stanich tomó su cámara y
fotografió como pudo. Las fotos no salieron: la película era de baja
sensibilidad para esa oscuridad y no había trípode. Fue curioso que, junto con
el avistamiento, se detectaron alteraciones en los instrumentos de
geomagnetismo
Un par de días después, la noticia explotó y ocupó el primer
lugar en la portada de todos los diarios nacionales. Clarín habló con el
comandante de la base Decepción, el teniente de fragata Daniel Perissé.
"Nosotros sólo hemos visto un objeto volador no
identificado. Por informaciones que poseemos, sería elmismo que observaron los
personales de los destacamentos chilenos y británico. Puedo agregarle que el
curioso hecho fue comprobado en días anteriores, siendo siempre un solo
objeto."
Efectivamente, los datos fueron confirmados por personal de
la base "B" de Gran Bretaña y de la base chilena de la fuerza aérea
Pedro Aguirre Cerdá, que hoy está abandonada. Incluso, allí, el cabo Uladislao
Durán Martínez consiguió unas diez tomas fotográficas, pero había que esperar
meses hasta el relevo del personal en esa base para revelarlas, porque no tenía
taller. Al final volvió a Santiago en enero del 66, con las películas, que
quedaron en el olvido. O conspiración o tomas sin contenido, elija su propia
aventura.
Lo que siguió fue un julio agitado. Con ese fervor tan
argentino por la psicosis, aparecieron testimonios de ovnis por todo el país. Y
cada uno se llevaba centímetros de los diarios.
Primero vieron un ovni siete jóvenes que estaban cerca de
Pilar, en una excursión. Hubo otro caso cerca de la base aérea de Morón. En
Bahía Blanca llegaron a tomarles fotografías a luces en el cielo. Los testimonios
se reprodujeron en Mendoza, en Resistencia, en Rosario y en Mar del Plata. El 1
de agosto, los largavistas que en el hipódromo de Palermo solían apuntar a la
pista se enfocaron al cielo por un extraño globo. Todo duró unos minutos, hasta
que por los altoparlantes anunciaron que faltaban "cinco minutos para
cerrar el sport". La Argentina se había convertido en una especie de
garage ovni.
Cap. Perisse (Armada Argentina) |
La marea pasó, aunque ese mismo año, más raleados, siguieron
apareciendo testimonios. En agosto, gendarmes del escuadrón de Punta de Vacas,
en Mendoza, denunciaron que vieron un ovni juguetear en el cielo durante ocho
minutos. Luego, en la capital riojana, dos hombres contaron que un ovni había
volado encima del auto en el que viajaban. A principios de octubre, en Villa
Characato, en el departamento cordobés de Cruz del Eje, una docente y un grupo
de alumnas juraban haber visto un aparato de 30 centímetros a unos 400 metros
de altura que iba, venía y desapareció.
Uno de los casos retratados por los diarios en esos meses se
dio en la Ciudad. Un nene que iba a la escuela n° 9 vio una luz que cambiaba de
colores y hacía movimientos extraños. La madre dijo que también había visto el
objeto y corroboró el testimonio. El padre, algo más escéptico, le dijo a
Clarín, probablemente con una sonrisa apenas esbozada: "No es un chico
fantasioso, pero está en la época".
Y después...
Dos años después de los avistamientos, la actividad
volcánica obligó a que la base Decepción no tuviera actividad en invierno. Los
avistamientos de ovnis continuaron sobre todo en los 70 y 80, pero nada se
acercó a la ola del 65, el año de los ovnis. La experiencia dejó una huella
profunda en el comandante de fragata Daniel Perissé, que se convirtió en
uno de los ufólogos más reconocidos del país, primero como integrante de la
Comisión Permanente de Investigación del Fenómeno Ovni y luego en la vida
civil.
http://www.clarin.com/
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