El caso Cash Landrum
Durante la noche del 29 de diciembre de 1980, Betty Cash,
Vickie Landrum y Colby Landrum (el nieto de entonces siete años de Vickie)
estaban dirigiéndose de regreso a su hogar en la localidad tejana de Dayton en
el Oldsmobile Cutlass de Cash, luego de haber salido a cenar afuera.
Ansiosa, Cash consideró la idea de dar un giro en U y
regresar en sentido contrario, pero pronto abandonó esta idea debido a que la
carretera era demasiado angosta y por considerar que el auto se quedaría
atascado sobre los arcenes o las banquinas de tierra, que estaban humedecidos a
causa de las lluvias que habían tenido lugar durante ese mismo anochecer. Cash
y Landrum salieron del auto para examinar el objeto. Empero el pequeño Colby
estaba aterrado, por lo que Vickie Landrum rápidamente regresó al auto para
confortar al frenético niño. Por su parte, Cash se mantuvo fuera del coche
“hipnotizada por la extraña vista” (mesmerized by the bizarre sight), según las
palabras escritas por Jerome Clark.
El caso OVNI Cash-Landrum es uno de los caos más verosímiles e inexplicables del fenómeno ovni ocurrido en el estado
de Texas (EE.UU.) a fines de 1980. El avistamiento de por sí inexplicable no solo produjo asombro sino que tuvo sus consecuencias sobre los testigos (dos mujeres y
un niño) quienes fueron afectados en su estado de salud.
Este caso por sus características se encuadra dentro de un caso de encuentro cercano del segundo tipo, debido a
los efectos físicos reportados sobre los testigos y su automóvil.
El incidente
A eso de las 9:00 p.m., mientras se encontraban conduciendo
sobre una carretera de dos carriles bordeada por una densa arboleda, las
testigos dijeron que observaron una luz sobre algunos árboles. Inicialmente
pensaron que se trataba de la luz de un aeroplano que se estaba aproximando al
Aeropuerto Intercontinental de Houston (situado a una distancia de unos 55
kilómetros), por lo en ese momento le prestaron poca atención. Unos pocos
minutos después -sobre una carretera serpenteante- las testigos vieron lo que
tomaron o consideraron como la misma luz que habían visto un rato antes, pero
ahora estaba mucho más cercana y se veía muy brillante. La luz, según alegarían
posteriormente las testigos, provenía de un gigantesco objeto con forma de
diamante, el cual en ese momento estaba realizando un vuelo estacionario justo
por encima de la línea de la copa de los árboles. La base del objeto estaba
expeliendo llamas y emitiendo un significativo calor. Vickie Landrum le dijo a
Cash que detuviese el automóvil, temiendo resultar quemadas si se acercaban un
poco más. Sin embargo, la opinión de la propia Vickie acerca del objeto pronto
cambió : como cristiana renacida (born again Christian), ella interpretó al
objeto como un signo de la segunda venida o parusía de Jesucristo, diciéndole a
su nieto “Ese es Jesús. Él no nos dañará”.
Continuó diciendo que:
“El objeto,
intensamente brillante de un color plateado apagado, tenía la forma de un
gigantesco diamante tallado, de un tamaño similar a la torre de agua del pueblo
Texano de Dayton, con sus partes superior e inferior respectivamente cortadas,
por lo que parecían más planas que puntiagudas”.
Pequeñas luces azules rodeaban el centro del mismo, y
periódicamente durante unos pocos minutos siguientes salieron llamas del fondo
del objeto, creando el efecto de un gran cono. Cada vez que el fuego se
disipaba, el OVNI “flotaba” hacia abajo unos pocos pies, en dirección de la
carretera. Pero cuando dichas llamas volvieron a salir nuevamente, el objeto se
elevó aproximadamente la misma distancia.
Las testigos luego comentaron que el calor era lo
suficientemente fuerte como para hacer que la carrocería del automóvil se
calentase de tal forma que tocarla causada dolor. Al respecto, Cash mencionó
que ella tuvo que usar su abrigo para proteger su mano de sufrir una quemazón
cuando finalmente abrió la puerta del coche para reingresar al mismo. Cuando
tocó el tablero de instrumentos del automóvil, la mano de Vickie Landrum
presionada sobre el vinilo emblandecido aparentemente dejó una huella palmar
que fue evidente varias semanas después. Los investigadores citaron dicha
huella como prueba del relato de los testigos; sin embargo, no existe ninguna
fotografía de la misma. El objeto entonces se elevó hacia un punto más alto.
Mientras ascendía por sobre las copas de los árboles, los testigos afirmaron
que un grupo de helicópteros de doble rotor se aproximaron al objeto y lo
rodearon en una formación cerrada. Cash y Landrum lograron contar 23 aeronaves
de este tipo, similares a los Chinook usados por las Fuerzas Armadas de los
Estados Unidos.
Con la carretera liberada, Cash continuó conduciendo,
alegando ver destellos del objeto y de los helicópteros desvaneciéndose en la
distancia. Desde la primera vez que observaron el objeto hasta que lo perdieron
de vista, los testigos dijeron que el encuentro duró unos 20 minutos. Basándose
en descripciones dadas por el libro de John F. Schuessler.
Otros testigos
Los investigadores posteriormente localizaron a un oficial
de policía de Dayton, el detective Lamar Walker y su esposa, quienes alegaron
haber visto 12 helicópteros similares a los Chinook cerca del área donde tuvo
lugar el incidente Cash-Landrum, y aproximadamente al mismo tiempo. Estos otros
testigos no informaron haber visto un gran objeto de forma de diamante. El
detective Walker investigó este incidente pero fue despistado en numerosas
ocasiones por oficiales militares de alto rango, incluyendo aparentemente
algunos directamente vinculados con el Pentágono.
Un día de abril de 1981 un CH-47 voló hacia Dayton. Mientras
el pequeño Colby lo miraba comenzó a sentirse bastante mal. Vickie decidió
llevarlo hacia el punto donde el helicóptero había aterrizado, con la esperanza
de que la aeronave parecería ser menos atemorizante una vez posada sobre el
suelo. Cuando llegaron al área de aterrizaje se encontraron con que ya había
bastante gente allí y tuvieron que esperar durante algún tiempo antes de que se
les permitiese ingresar al helicóptero y hablar con el piloto. Tanto Vickie
como otro visitante alegan que el piloto dijo que él había estado en el área
antes, con el propósito de investigar un OVNI que se habría encontrado en
problemas cerca de la localidad de Huffman. Cuando Vickie le comentó al piloto
lo feliz que estaba de verlo, porque ella había sido una de las personas que
había recibido quemaduras de parte del OVNI, él se negó a seguir hablando y
rápidamente las hizo salir de la aeronave.
Los problemas de salud
Luego de que el OVNI y los helicópteros hubieron abandonado
la zona, Cash llevó a los Landrum a su casa y se retiró a tratar de dormir.
Aquella noche, todos experimentaron síntomas similares, aunque Cash los tenía
en un grado mayor (de hecho, había sido ella quien había salido del automóvil a
observar el fenómeno).
Todos sufrían de náuseas, vómitos, diarrea, una
debilidad generalizada, una sensación de quemazón en los los ojos y como si
hubiesen sufrido de quemaduras después de una exposición excesiva a la luz
del sol. Durante el transcurso de los días siguientes, los síntomas de Cash
empeoraron, con muchas ampollas grandes y dolorosas formándose sobre su piel.
Cuando fue llevada a la sala de emergencias de un hospital el 3 de enero de
1981, Clark escribe que Cash “no podía caminar y había perdido grandes pedazos
de piel y mechones de cabello. Fue dada de alta luego de 12 días, aunque su
condición no era mucho mejor, y posteriormente regresó al hospital por otros 15
días. La salud de los dos Landrum (abuela y nieto) era de alguna forma un poco
mejor, aunque ambos sufrían de una debilidad persistente, llagas en la piel y
pérdida de cabello.
Un radiólogo que examinó los registros médicos de los
testigos para la red de ovnilogía MUFON escribió respecto de los mismos:
“Tenemos fuerte
evidencia de que estos pacientes han sufrido daño secundario debido a la
radiación ionizante. También es posible que además haya habido un componente
infrarrojo o ultravioleta”.
Sin embargo, Brad Sparks contiende que, aunque los síntomas
eran de alguna manera similares a aquellos causados por dicho tipo de
radiación, la rapidez del ataque fue sólo consistente con una dosis masiva que
había significado una cierta posibilidad de muerte en unos pocos días. Debido a
que todas las víctimas vivieron varios años más después del incidente (y el
entonces niño Colby sobrevivió al mismo sin mayores complicaciones), Sparks
sugiere que la causa de los síntomas fue o habría sido alguna clase de
contaminación química, presumiblemente por un aerosol.
Acciones Legales
Finalmente, Cash y Landrum contactaron a los senadores
estadounidenses Lloyd Bentsen y John Tower, quienes les recomendaron a ambas
testigos entablar una demanda ante la oficina de reclamos judiciales de la base
de la Fuerza Aérea de Bergstrom. En agosto de 1981, Cash, Landrum y Colby
fueron entrevistadas durante un tiempo relativamente largo por personal de que
entonces trabajaba en la Base de la Fuerza Aérea de Bergstrom, y allí de les
comentó que debían contratar a un abogado y buscar compensación económica por
sus heridas Con el abogado (attorney) Peter Gersten tomando el caso de manera
pro bono, el caso se abrió camino por las cortes estadounidenses, y estuvo
dando vuelta por ellas durante varios años. Cash y Landrum demandaron al
gobierno federal estadounidense por USD 20 millones. El 21 de agosto de 1986,
un juez de una Corte de Distrito desestimó su caso, notando que las demandantes
no habían probado que los helicópteros en cuestión estuviesen asociados al
gobierno de los Estados Unidos y que oficiales militares habían testificado que
las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos no tenían una gran aeronave de forma
de diamante en su posesión o inventario.
Investigaciones
Vickie Landrum telefoneó a funcionarios de varias agencias
del gobierno federal estadounidense, comentándoles sobre el encuentro cercano
que alegaba haber experimentado. Cuando ella se contactó con la NASA, fue
derivada al ingeniero aeroespacial John Schuessler, quien hacía bastante tiempo
que estaba interesado en el estudio del fenómeno de los OVNIs. Con algunos
asociados provenientes pertenecientes a la conocida red de ufología MUFON,
Schuessler comenzó a investigar sobre el caso, y posteriormente escribió
artículos y un libro sobre la materia. El astrónomo Allan Hendry, de la red
CUFOS, también investigó el extraño caso Cash-Landrum.
Debido a la presencia de los helicópteros Chinook, los
testigos presumieron que al menos una rama de las Fuerzas Armadas de los
Estados Unidos también habrían detectado la presencia del objeto, si es que no
lo estaban escoltando o persiguiendo. No obstante, los investigadores no pudieron
encontrar evidencia que vinculase a dichos helicópteros con alguna rama de la
milicia estadounidense.
En 1982, el entonces teniente coronel George Sarran, del
Departamento del Inspector General del Ejército de los Estados Unidos, comenzó
a realizar la única investigación completa y formal de carácter oficial o
gubernamental sobre ese supuesto encuentro o incidente OVNI. No obstante, él no
pudo encontrar ninguna prueba o evidencia concluyente de que los helicópteros
que los testigos alegaban haber visto perteneciese a las Fuerzas Armadas de los
Estados Unidos. Sarran concluyó que “Las sras. Landrum y Cash eran creíbles, el
policía y su esposa [quienes afirmaron haber visto 12 helicópteros cerca del
sitio del encuentro OVNI], también eran testigos creíbles. No había la
percepción de que alguien estuviese tratando de exagerar la verdad”.
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