Ovni : el caso Pascagoula
La abducción de Charlie Hickson (1931-2011) y de Calvin
Parker en 1973, a orillas del rio Pascagoula en Mississippi, es para muchos
investigadores uno de los casos que demuestra que las abducciones son fenómenos
reales que merecen ser estudiados seriamente. El caso Pascagoula es una de las
abducciones más extrañas y al mismo tiempo, una de las más documentadas.
Un ovni sobre el rio Pascagoula
En 1973, Charlie Parker, de cuarenta y dos años, era un
veterano de la guerra de Korea que había peleado en varios combates importantes
y que trabajaba en al astillero de Johnny Walker, uno de los varios astilleros
que existían en la el Golfo de la costa del Mississipi. Calvin Parker, de
diecinueve años, trabajaba bajo las ordenes de Charlie Parker en el astillero
Walker. Ambos vivían en el condado Jones. Charlie Hickson relata la relación
que tenía con Calvin Parker en un documento redactado en 1974 para el
investigador William Mendez:
“Mi hijo mayor Eddie (ahora un Marino destacado a Okinawa) y
Calvin tienen casi la misma edad y han crecido juntos en el condado Jones.
Ellos, yo mismo, y el papá de Calvin hemos pasado muchas horas placenteras
pescando juntos cuando Eddie y Calvin eran niños.” (Relato de Charlie Hickson
preparado para el investigador William Mendez incluído en el libro titulado
“UFO, Contact in Pascagoula que escribió Mendez con la colaboración de
Hickson.)
La noche del 11 de Octubre de 1973, Charlie y Calvin
decidieron ir a pescar. Luego de intentar sin éxito, en varios lugares, que los
peces mordieran el anzuelo, Charlie le propuso a Calvin ir a pescar al muelle
del abandonado astillero Shaupeter.
Mientras se encontraban pescando, alrededor de las 10 de la
noche, escucharon un zumbido a sus espaldas. Charlie volteó y observó a un
objeto volador con forma de balón de fútbol americano que estaba aterrizando a
unos veinte metros de dónde ellos se encontraban.
Nave avistada por los abducidos en Pascagoula, Misisipi, EEUU |
Los amigos se miraron desconcertados, asustados pero también
curiosos.
De repente, el objeto descendió y se mantuvo flotando a
pocos centímetros de la superficie. Una abertura apareció en uno de los lados
del objeto y la luz azul se apagó. Charlie relató que pudo divisar el interior
del objeto. gracias a la abertura, y le pareció que resplandecía.
Los seres sin ojos que flotaban
Alienígena avistado por los testigos |
Luego, tres seres de aproximadamente un metro y medio de
estatura aparecieron en la abertura y empezaron a deslizarse hacia Charlie y Calvin.
Charlie recuerda haber visto la expresión en el rostro de Calvin y haber
pensado que él no era el único que estaba viendo a los extraños seres. Según
Charlie, fue en este momento en el que el miedo se hizo evidente. Veamos como
describe Charlie Hickson a los seres que salieron de la nave:
“Ellos (los seres) se salieron flotando de la abertura, se
mantuvieron a la misma distancia del suelo que la nave y vinieron por
nosotros…La cabeza parecía salir directamente de los hombros, y algo que se
asemejaba a una nariz terminaba en una punta que medía casi cinco centimetros.
En cada lado de la cabeza, alrededor del lugar dónde estarían las orejas, había
algo similar a la nariz del frente. Directamente debajo de la nariz del frente
había una ranura que parecía ser la boca. Los brazos eran algo parecido a los
brazos humanos, pero más largos en proporción a su cuerpo; las manos parecian
unos mitones, había un pulgar adjunto al mitón. Las piernas permanecían juntas
y los pies eran como pies de elefante. El cuerpo entero estaba arrugado y era
de un color grisáceo. Podían haber habido ojos pero la parte de arriba de la
nariz estaba tan arrugada que no podía distinguirlos.” (“UFO, Contact in
Pascagoula”. William Mendez y Charlie Hickson. Wendelle C. Stevens, 1983.)
Dos de los seres tomaron a Charlie del brazo, quien
percibió, solo por unos segundos, dolor en ese brazo. Desde ese momento,
Charlie se sintió paralizado sin capacidad alguna de movimiento y perdió
algunos de sus sentidos.
Ilustración muestra como los alienígenas se llevaban secuestrados a los dos testigos |
Charlie vio que uno de los seres se llevaba a Calvin, quien
parecía cojear. Luego Calvin le contaría a Charlie que en ese instante se
desmayó y que estuvo inconsciente durante toda la experiencia dentro de la
nave. Ambos fueron transportados hacia el objeto o nave.
Según lo que le contó Charlie al Sheriff del condado
Jackson, Fred Diamond, él y Calvin fueron transportados hacia el objeto volador
flotando sobre la superficie.
Dentro de la nave, Charlie recuerda que la luz era tan
brillante que lo cegaba y que no podía cerrar sus ojos porque algo se lo
impedía.
Charlie y el ojo gigante
A estas alturas del episodio, el miedo se había apoderado de
los amigos. Charlie pensaba en morir y en lo que podia estar pasando con su
amigo Calvin. Mientras estos pensamientos invadían su mente, algo parecido a un
ojo gigante salió de lo que podría ser una de las paredes de la nave.
Charlie nunca estuvo seguro de como apareció el ojo pues el
nivel de luz que había en ese espacio lo cegaba. El ojo se acercó a Charlie y
se detuvo, aproximadamente, a quince centímetros de su rostro. Charlie trató de
cerrar sus ojos pero no pudo. El ojo lo observó de pies a cabeza. Charlie no
sentía nada. En un intento de entender lo que le sucedia, Charlie trató de
mover los dedos de los pies pero tampoco lo logró. Mientras Charlie caía presa
de la desesperación, el ojo se alejó.
Charlie Hickson describe su experiencia dentro de la nave en
el documento que preparó para William Mendez en 1974:
“Las cosas me habían soltado y debían estar en algún lugar
detrás de mí porque yo no los vi moverse en frente de mí. Traté de moverme de
nuevo; algún tipo de fuerza todavía estaba presente. “¡Por favor no me lleven!”
Yo sabía que estaba diciendo esto, pero no podía escuchar mi voz. Estuve solo
por lo que pareció una eternidad, pero no pudo haber sido más de unos cuantos
minutos….Luego, los vi de nuevo. Ellos me agarraron de la misma manera que lo
habían hecho antes. La abertura apareció de nuevo y flotamos hasta ella,
“Quizás este no sea mi día para morir”. Flotamos a traves de la abertura y nos
movimos hacia el lugar del que me habían recogido. Mis pies tocaron el suelo.
Cuando me soltaron caí, mis piernas no me sostenían.” (“UFO, Contact in
Pascagoula”. William Mendez y Charlie Hickson. Wendelle C. Stevens, 1983.)
Charlie cayó al suelo ya que sus piernas se vencieron. Lo
primero que vio fue una fuerte expresión de terror en el rostro de Calvin.
Según Charlie, nunca había a alguien tan aterrorizado.
Invasión extraterrestre en Pascagoula
Charlie se deslizó por el suelo hasta el lugar donde estaba
Calvin de pie y en shock. Mientras Charlie trataba de hacer reaccionar a
Calvin, escuchó el zumbido producido por la nave y volteó en el momento en el
que esta se elevaba y desaparecía. Charlie declaró que mientras observaba como
la nave se elevaba, un mensaje cruzó por su mente: “Somos pacíficos, no
queremos hacerte daño”.
Charlie trató de que Calvin reaccionara pero este gritó “No,
por favor no” y se desplomó asustado.
Luego de unos minutos, Calvin reaccionó y lo primero que
dijo fue “Charlie, ¿qué vamos a hacer? ¿quiénes son ellos? ¿qué nos van a
hacer?…Charlie, es como si hubiera muerto y regresado a la vida. ¿Estás seguro
que estamos bien?¨
Se refugiaron en el coche, mientras Charlie bebía unos
tragos de whisky para calmarse. Los amigos empezaron a considerar la
posibilidad de no contarle a nadie la experiencia pero luego de unos minutos
surgió una interrogante: ¿y si estos seres regresaban? ¿y si este era solo el
primer paso de un ataque masivo? quizás esto era solo el inicio de una invasión
alienígena.
Charlie y Calvin, aún presa del pánico, tomaron la decisión
de informar de lo acontecido a las autoridades militares de la zona. Hicieron
una llamada telefonica desde un telefono público a la Base Aérea Keesler,
ubicada a unos cincuenta kilómetros al este del lugar en el que se encontraban.
Charlie le relató lo ocurrrido a la operadora telefónica de la Base Aérea para
pedirle que lo comunicara con la persona indicada pero la operadora le dijo que
ellos no se encargaban de ese tipo de cosas y que debía comunicarse con el
Sheriff del condado.
Charlie y Calvin consideraron la posibilidad de contarle lo
ocurrido al Sheriff pero temían que serían objeto de burla por parte de los
policías. Entonces, los amigos decidieron pasar por las oficinas del diario
“Mississippi Press” para reportar el hecho. En todo caso, si la motivación era
alertar a la población o a las autoridades un reportero podía ayudar.
Charlie Hickson de 42 años y Calvin Parker de 19 años en 1973 tras ser secuestrados por extraterrestres en una nave |
Cuando llegaron a las oficinas del diario, uno de los vigilantes
nocturnos les dijo que si querían hablar con un reportero tendrían que regresar
al día siguiente en la mañana porque a esa hora no habían reporteros.
Al ver que no tenían otra opción más que reportar el hecho a
la oficina del Sheriff, Charlie hizo una llamada a la oficina del Sheriff y
volvió a relatar el episodio. Según Charlie, el oficial que respondió la
llamada lo tomó como una broma. El capitán Glen Ryder, quien recibió la llamada
de Charlie, por ordenes del Sheriff Diamond, le pidió a los abducidos que lo
esperaran en el lugar de los hechos ya que él mismo se acercaría para
escoltarlos a la comisaria.
La grabación secreta del Sheriff Diamond
Molestos por la burla del oficial que respondió la llamada
pero decididos a contar su historia, los amigos se dirigieron a las oficinas
del Sheriff. Charlie recuerda que en el camino a las oficinas del Sheriff,
Calvin tenía la mirada perdida.
Charlie y Calvin aparecieron en las oficinas del Sheriff del
condado Jones con algunos de los pescados como prueba de lo que habían estado
haciendo antes del incidente.El Sheriff del condado Jackson, Fred Diamond, y el
capitán Glenn Ryder recibieron a Charlie y a Calvin y los interrogaron por
separado varias veces. Al parecer, el Sheriff Diamond, a pesar de que los testimonios
de Charlie y Calvin encajaban perfectamente, no creía en la fantástica historia
de los seres que flotaban y el gran ojo. Así que decidió tenderles una trampa
para desenmascararlos.
Uno de los cuarto de las oficinas del Sheriff tenía
micrófonos escondidos para grabar interrogatorios. El Sheriff Diamond llevó a
los dos amigos a el cuarto que tenía los micrófonos escondidos, activó la
grabadora y les hizo un tercer interrogatorio. Luego del interrogatorio, todos
los oficiales abandonaron el cuarto dejando a Calvin y a Charlie solos. Los
amigos empezaron a conversar sin saber que estaban siendo grabados.
El audio de la conversación que sostuvieron Calvin Parker y
Charlie Hickson dura aproximadamente cinco minutos y es conocido como la
“grabación secreta de Pascagoula”. Esta grabación fue la que terminó de
convencer al Sheriff Diamond y a otros investigadores como Allen J. Hynek y
James Harder de que Calvin y Charlie estaban diciendo la verdad.
Algunas de las transcripciones del audio de la grabación secreta,
como la de NICAP, presentan la siguiente frase de Calvin Parker al final de la
conversación:
“Es difícil de creer…Oh Dios, es horrible…Yo se que hay un
Dios allá arriba.”
La mañana siguiente
La misma noche de la abducción, antes de retirarse de la
comisaria, Charlie Hickson le pidió al Sheriff Diamond que mantuviera
discreción sobre lo sucedido, que no lo comentara con la prensa o con otras
personas, el Sheriff aceptó. Esa noche terminó con los dos amigos regresando a
sus casa pasada la medianoche.
La mañana del viernes 12 de Octubre de 1973, Charlie y
Calvin se presentaron a trabajar al astillero Walker.
Danny Davis, el jefe del astillero, declaró que ese día
Charlie estaba tan nervioso que le temblaba la mano cuando fumaba y que no
podía acercar la taza de café a su boca sin derramar el líquido.
Esa mañana, los teléfonos del astillero empezaron a recibir
llamadas de periodistas de diferentes partes de Mississippi preguntando por los
seres del espacio. Charlie inmediatamente llamó al Sheriff Diamond para
reclamarle por no haber mantenido en secreto lo sucedido. El Sheriff Diamond le
dijo que fueran a la comisaria porque su oficina estaba llena de periodistas y
agregó:
“Yo no sé como salió de esta oficina pero, en todo caso, no
podemos privar al mundo de una historia como esta.”
Este comentario del Sheriff Diamond nos permite sospechar
que fue él mismo o alguien de su oficina quien filtró la información a la
prensa para ganar protagonismo.
Minutos después, esa misma mañana, Charlie y Calvin se
reunieron con el dueño del astillero, Johnny Walker junior, quien se había
enterado de los rumores y quería escuchar el relato de boca de sus empleados.
Charlie Hickson en el muelle donde se encontraban pescando cuando fueron abducidos por extraterrestres |
Luego de escuchar la increíble historia, Walker les dijo que
deberían conseguir un abogado que les proporcionara consejos legales para
manejar mejor la situación. Los amigos aceptaron y Walker inmediatamente llamó
a Joe Colingo, quien no solo era el abogado del astillero sino que estaba
casado con su hermana.
De acuerdo con las declaraciones de Colingo recogidas por el
periodista Joe Eszterhas, cuando Walker le comentó a Colingo el caso de los
abducidos, el abogado no mostró ningún interés en el caso. Fue cuando Walker le
dijo a Colingo “Maldición, si ellos han visto lo que dicen haber visto, esta
historia vale alrededor de un millón de dólares.” que Colingo se interesó en el
caso.
Horas después, los abducidos estaban en la oficina del
Sheriff acompañados por Colingo, quien quería que estos se sometieran a un
detector de mentiras para confirmar la veracidad de lo relatado y así poder
conseguir más dinero por la historia. Se realizó una llamada a las oficinas de
Alabama, pero las autoridades del lugar no querían involucrarse en un suceso de
una naturaleza tan extraña. No se volvió a hablar de la prueba del polígrafo
hasta días después.
Esa misma mañana, el ayudante del Sheriff Diamond, Barney
Mathis, quien había estado en los interrogatorios de la noche anterior
declaraba:
“Yo tengo una mente abierta y tendría que ver las criaturas
yo mismo. Pero ellos eran muy serios y ambos contaron la misma historia. Si
estos dos muchachos están mintiendo, deberían estar en Hollywood. Se les veía
tan asustados que yo temía que pudieran sufrir un paro cardiaco.”
¡Radiación!
Los interrogatorios no cesaban. El viernes 12 de Octubre,
Charlie y Calvin fueron interrogados por Tom Huntley, el jefe de detectives de
la comisaría de Pascagoula y uno de los detectives más respetados de
Pascagoula.
Huntley declaró para el periodista Joe Esterszhas sus
impresiones sobre aquel interrogatorio:
“Ellos estaban en shock, te podías dar cuenta, un shock muy
fuerte, y en los catorce años que he estado en el negocio del crimen, y he
hablado con asesinos y demás, nunca he visto a alguien en ese estado.”
Al mediodía del viernes 12 de Octubre, Calvin y Charlie
empezaron a preocuparse por la radiación. Decían que quizás estaban
contaminados y que podían contagiar a sus familias. El abogado Joe Colingo y
Tom Huntley llevaron a los abducidos al hospital de la zona pero en este no
tenían los equipos necesarios para detectar radiación. Tom Huntley llamó a la
Base Keesler de la Fuerza Aérea y les solicitó que examinaran a Charlie y a
Calvin. Los oficiales de la Base Keesler aceptaron y los abducidos fueron
examinados.
El exámen determinó que no existían rastros de radiación en
ninguno de los dos. Antes de retirarse de la Base Keesler, Charlie y Calvin,
acompañados por Huntley, fueron
interrogados sobre su experiencia por oficiales de la USAF (Fuerza Aérea de los Estados Unidos). La
transcripción de este interrogatorio fue incluída en un reporte oficial.
Ese documento demuestra que a escasos tres años del cierre
del proyecto Libro Azul y del supuesto final de las investigaciones de la USAF
sobre el tema ovni, la USAF aún seguía interesada en este tema.
Es más, el reporte del interrogatorio de la USAF es el único
documento oficial del gobierno norteamericano sobre una investigación de un
caso de abducción. Un detalle importante es que el reporte del interrogatorio
incluye información sobre dos testigos adicionales que también vieron un ovni
en la noche del 11 de octubre de 1973 incluyendo un oficial de policía llamado
Raymond Broadus. Este y otros testimonios de personas que vieron un ovni esa
misma noche serán revisados, en detalle, en la siguiente entrega de esta serie.
Este documento es importante para desbaratar algunas teorias que sostienen que
Parker nunca relató los hechos y que podría haber sido engañado por Hickson. En
este interrogatorio, como en otros realizados por el Sheriff Diamond o por
Allen J. Hynek, Parker relata sus experiencias en detalle.
Esa tarde, los abducidos se reunieron con Joe Colingo, quien
les explicó que los protegería de los periodistas, que se encargaría de todo lo
que hubiera que hacer y que además los ayudaría a hacer mucho dinero con su
historia.
En el humilde pueblo de Pascagoula, Colingo, quien conducía
un lujoso Cadillac, se hacía pasar por
un importante hombre de mundo ya que por esas casualidades del destino había sido
el abogado del famoso baterista de jazz, Buddy Rich (1917-1987) y solía
impresionar a los sureños con sus historias de exclusivas fiestas del jet set
de Las Vegas y Beverly Hills.
Hickson y Parker no fueron la excepción, quedaron
impresionados y lo aceptaron como su abogado.
Según Joe Eszterhas, esa misma tarde se firmó un contrato
que nombraba a Colingo como su representante y abogado, y que le otorgaba un
porcentaje de los ingresos que se pudieran generar con la historia.
La llegada de Hynek y Harder
Para el sábado 13 de Octubre, la locura mediática estaba en
pleno in crescendo. Varios diarios locales habían publicado la historia,
equipos de televisión y redactores de noticias de diferentes lugares del
territorio norteamericano, así como investigadores independientes, inundaban
las calles de Pascagoula.
Los investigadores del fenómeno ovni James Harder y Allen Hynek analizando el caso de Pascagoula |
En la mañana del sábado,
James Harder (1926-2006), investigador de APRO (Aerial Phenomena
Research Organization), llegó a las oficinas del astillero Walker para reunirse
con los abducidos y escuchar su historia.
Luego, alrededor de las dos de la tarde, llegó el reconocido
astrónomo, ufólogo y consultor científico del proyecto Libro Azul, Allen J.
Hynek (1910-1986).
Los abducidos volvieron a relatar su experiencia para Hynek.
Luego de largos interrogatorios, Hynek y Harder decidieron
que la hipnosis podría ayudarlos a recordar más detalles del suceso. Calvin y
Charlie se negaron rotundamente a ser sometidos a hipnosis.
Cuando Charlie le confesó a Harder que estaba sufriendo de
dolores de cabeza desde la noche de la abducción, Harder logró convencerlo de
que la hipnosis lo podría ayudar a eliminar esos dolores. Charlie se dejó
hipnotizar pero cuando empezó a regresar mentalmente a los sucesos de la noche
del 11 de octubre entró en pánico y tuvieron que detener la sesión.
Charlie recuerda haber salido del cuarto del astillero
especialmente acondicionado para el interrogatorio y haber visto entrar a
Calvin. Debido al carácter de Calvin, quien por muchos años, se mantuvo en
silencio sobre lo sucedido, no conocemos lo que sucedió en esa sesión de
hipnosis. (Muchos años después, en 1993, Calvin Parker daría una nueva y
controversial versión de los hechos en un video que él mismo produjo titulado
“The Alien Connection, The Calvin Parker Story”, pero eso lo veremos, en
detalle, en la cuarta parte de esta serie sobre el caso Pascagoula.)
Pocos minutos después, Harder y Hynek presentaban una
conferencia de prensa. Hynek declaró: “No son personas desequilibradas, no son
unos chiflados….”
La posición de James Harder fue menos objetiva: “Hubo algo ahí que no era terrestre, de donde
vienen y por que están aquí es un tema de conjeturas pero el hecho de que están
aquí (en este planeta) es una verdad más allá de una duda razonable”
Años después, Hynek agregó:
“Fui a Pascagoula con una posición negativa, pero hablé con
estos hombres por bastante tiempo, escuché las cintas de audio que fueron
grabadas cuando ellos no sabían que estaban siendo grabados, vi como Charlie se
comportaba durante la hipnosis… Ellos han vivido una experiencia, punto.”
La invasión de los periodistas del espacio
El domingo 14 de Octubre muchos periódicos locales e
internacionales habían publicado la historia de los pescadores de Pascagoula
acompañada de las declaraciones de Harder y Hynek.
Esa tarde, James Harder, antes de regresar a California,
volvió a hipnotizar a Calvin pero, una vez más, tuvo que detener la sesión
porque Calvin experimentó un fuerte estado de terror.
Para este entonces, las familias de Calvin y Charlie ya
estaban sufriendo el acoso de los medios de comunicación. El lunes 15 de
Octubre, cuatro días después de la abducción, Charlie y Calvin aún no podían
reintegrarse a su trabajo normalmente porque los reporteros y las llamadas no
los dejaban en paz. El dueño del astillero les propuso que se tomaran una
semana libre para calmar la fiebre de los hombres del espacio y ellos
aceptaron.
La locura que los hombres del espacio habían desatado en el
Golfo del Mississippi fue tan fuerte que el coronel James Howell de la oficina
de Información Pública de la Fuerza Aérea se vio obligado a explicar la
posición de la institución en el diario Mississipi Press:
“Estamos fuera del tema ovni, y lo hemos estado desde 1969.
La Fuerza Aerea no investigó, no investiga ahora, y no va a investigar reportes
de ovnis. Cuando recibimos reportes de ovnis, si es que se sienten amenazados,
referimos a la gente a sus autoridades locales.”
La locura de los reporteros llegó a tal nivel que uno de
ellos trató de entrar a la fuerza a un cuarto en el que se encontraban Parker y
Hickson, gritando que si lo querían detener tendrían que dispararle.
El ambicioso Colingo
Al parecer, el Sheriff Diamond se había negado
sistemáticamente a revelar información trascendental sobre el caso a los
periodistas y no les había permitido escuchar las grabaciones de audio de los
interrogatorios.
Según el periodista Joe Eszterhas, esto se debió a la
intervención del abogado Joe Colingo, quien convenció al Sheriff de no revelar
información a ningún periodista puesto que estos no estaban dispuesto a pagar
un dólar por la historia.
Colingo le explicó a Diamond que iba a vender la historia
por una buena cantidad de dinero para que se hicieran libros y películas y que
le agradecería si tomaba esto en cuenta.
La realidad es que los abducidos nunca hicieron dinero con
el caso.
Charlie, muchos años después, asistió a algunas conferencias
para relatar su experiencia. En algunas se le pagó los viáticos, en otras se le
asignó un pago significativo por su intervención, y en otras Charlie
simplemente asistió sin recibir ningún pago. Evidentemente, esto no puede ser
considerado un ingreso importante. Si los abducidos estaban mintiendo el dinero
no fue el motivo.
Por su parte, Colingo nunca logró hacer realidad sus
millonarios sueños. Lo único que consiguió fue que Charlie Parker fuera
invitado al programa de televisión de Dick Cavett…
Semanas después de su aparición en televisión, Charlie
despidió a Colingo ya que se dio cuenta que su única intención era hacer dinero
con el caso.
La locura de los hombres-garra del espacio
Al margen de lo que realmente sucedió la noche del 11 de
Octubre a las orillas del rio Pascagoula, la demencial transformación que
sufrió el pueblo de Pascagoula en los días posteriores es digna de relatarse.
Un detective que se vuelve comediante, un senador preocupado
por espías marcianos, y un pastor convencido que los visitantes eran demonios…
En el caso Pascagoula: los pescadores no estaban mintiendo
ni por dinero ni por fama. Esto se confirma por las declaración de Colingo y
las investigaciones de Mendes que sostienen lo mismo: el caso no genero dinero,
al menos, no en cantidades dignas de tomarse en cuenta.
El extraterrestre de Pascagoula de 1,50 metro de estatura y la nave donde fueron llevados los abducidos |
Si bien los pescadores fueron quienes reportaron el
increible suceso no son necesariamente quienes iniciaron el ¨carnaval¨
alienígena.
En las semanas siguientes a la abduccion, Calvin tuvo una
crisis nerviosa que lo obligó a permanecer internado en un hospital, Charlie aceptó pasar una prueba de polígrafo
y el abogado Joe Colingo fue despedido. Con el tiempo, Charlie, quien empezó a
calificar a los seres del espacio como robots, se acostumbró a conceder entrevistas
sobre su experiencia mientras que Calvin decidió aislarse y no volver a hablar
del tema.
Con el tiempo, Charlie, quien empezó a calificar a los seres
del espacio como robots, se acostumbró a conceder entrevistas sobre su
experiencia mientras que Calvin decidió aislarse y no volver a hablar del tema.
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