Los científicos tratan de averiguar si unas misteriosas
señales de radioemisión superpotentes en el espacio son producto de un proceso
natural de estrellas de neutrones, cuyas ondas pasan por campos magnéticos de
agujeros negros, o si son señales de actividad de seres extraterrestres.
Por primera vez, la existencia de los enigmáticos estallidos
rápidos de radio (FRB, por sus siglas en inglés), fue mencionada por los
astrónomos en 2007, cuando se descubrieron accidentalmente durante la
observación de unos púlsares de radio por medio del telescopio Parkes
(Australia).
Posteriormente, los científicos lograron encontrar rastros
de otras nueve ráfagas similares. Su comparación demostró que podían tener
origen artificial, e incluso potencialmente ser señales de civilizaciones
extraterrestres debido a la periodicidad inexplicable en su estructura.
En 2012, los científicos detectaron un misterioso objeto
denominado FRB 121102, localizado en una región de formación de estrellas en
una galaxia enana a 3.000 millones de años luz de la Tierra, con una
polarización de casi el 100%.
El astrónomo James Cordes, de la Universidad Cornell en
Ithaca, Nueva York, y sus compañeros subrayan que el FRB 121102 produce una
energía prodigiosa. Una sola ráfaga de menos un milisegundo irradia una
cantidad de energía comparable con la que produce nuestro Sol durante todo un
día.
"Lo que sea que esté sucediendo allí da miedo. No nos
gustaría estar allí", añadió el astrónomo.
Durante estos años, los investigadores propusieron varias
teorías para explicar este fenómeno, pero ninguna se confirmó al 100%. Sin
embargo, nuevas observaciones de un amplio equipo internacional de
investigadores dirigidos por la Universidad de Ámsterdam y el Instituto
Holandés de Radio Astronomía (Astron) podrían arrojar luz sobre las enigmáticas
señales de radio.
Los autores del estudio, publicado el 10 de enero en la
revista Nature, aseguran que las señales de radio pueden provenir de
magnetares, estrellas de neutrones giratorias altamente magnetizadas, cuya
energía atraviesa potentes campos magnéticos de agujeros negros supermasivos.
Los científicos llegaron a esta conclusión basándose en los
datos del telescopio Green Bank en Virginia Occidental (EEUU) y del
Observatorio de Arecibo en Puerto Rico. Se descubrió que, cuando las ondas de
radio de FRB 121102 atraviesan el plasma magnetizado, su plano de polarización
se retuerce de manera extrema. Este hecho hizo a los astrónomos concluir que
deben pasar a través de un gran campo magnético con plasma denso.
Sin embargo, otros científicos subrayan que todavía se
desconoce exactamente cuál es el mecanismo responsable del nacimiento de las
ráfagas.
Por lo tanto, algunos astrónomos todavía no excluyen que las
potentes señales puedan provenir de civilizaciones avanzadas.
Sputnik
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