Los cazadores de ovnis
Del 2007 al 2012, el gobierno de estados unidos estuvo
financiando una unidad de investigación de encuentros con ovnis.
Acostumbra a decir el expresidente de Estados Unidos Jimmy
Carter: “Tengo la convicción de que los ovnis existen porque he visto uno”. Su
avistamiento fue anterior a su etapa en la presidencia, pero hizo mella en él.
Como el georgiano, multitud de terrícolas aseguran haber visto platillos
volantes e incluso otros tantos dicen haber contactado con extraterrestres.
Desde que en 1947, en el monte Rainer de Washington, el piloto Kenneth Arnold
avistó un objeto no identificado –el primer objeto volador no identificado
(ovni) ‘oficial’ de la historia–, el interés por la ufología no ha dejado de
crecer. Una afición que, como era de esperar, rápidamente tuvo su reflejo
cinematográfico: Independence Day, E.T: el extraterrestre, Hombres de negro, La
guerra de los mundos, Alien y tantos otros; también en la pequeña pantalla y no
con menos éxito: Expediente X.
La enigmática frase “La verdad está ahí fuera”, que
usualmente se mostraba al final de los créditos de inicio de cada episodio de
la serie Expediente X, ha perseguido desde antaño la humanidad. Conocer esa
“verdad” es el leitmotiv que acompaña a los ficticios agentes Scully y Mulder.
Pero el interés por los extraterrestres no se reduce únicamente a la ficción;
en la vida real, gobiernos y científicos han tratado de dar luz sobre el
enigma: ¿Hay vida extraterrestre?
Según revelaba el sábado pasado The New York Times, durante
al menos cinco años, del 2007 al 2012, el Gobierno de Estados Unidos ha estado
financiando la investigación de encuentros con ovnis. A través de una serie de
documentos y grabaciones se descubrió que el Pentágono fundó una Unidad de
Investigación de Ovnis de carácter ultrasecreto. Con una inversión de 22 millones
de dólares por ejercicio, este programa tenía el propósito de investigar tanto
a los ovnis como a los extraterrestres.
En este caso, los Scully y Mulder de la realidad, los
protagonistas de esta historia, son el político Harry Reid y el oficial Luis
Elizondo. El programa fue creado en el 2007 bajo la petición de Reid, un
demócrata del estado de Nevada que también era líder del Senado por aquel
entonces y que siempre había estado interesado en los fenómenos espaciales. La
mayoría del dinero se dirigió a la compañía de investigación espacial liderada
por el empresario millonario y gran amigo de Reid Robert Bigelow, que
actualmente se encuentra trabajando con la NASA para producir una nave espacial
que pueda llevar a varios humanos al espacio. El encargado de dirigir el
proyecto –que se encontraba ubicado en el Pentágono– era el oficial de
Inteligencia Artificial Luis Elizondo.
El Departamento de Defensa jamás reconoció la existencia del
programa, que fue cancelado en el 2012 tras cinco años de funcionamiento. No
obstante, algunas fuentes aseguran que mientras el Pentágono decidió dar todo
por terminado, el programa sigue funcionando entre sombras y bajo la premisa de
“clasificado”.
Elizondo dijo en una entrevista que pese a la “cancelación”
del programa, él continuó trabajando con oficiales de la CIA y la Marina en las
oficinas del Pentágono hasta octubre de este año, cuando renunció a manera de
protesta por una oposición interna al programa y el excesivo secretismo. “¿Por
qué no estamos invirtiendo más tiempo y esfuerzo en esta problemática?”,
escribió en su carta de renuncia al secretario de Defensa, Jim Mattis. Asimismo
añadió que el esfuerzo de esta investigación continuó y que él tenía un sucesor
para su puesto, sin embargo decidió no revelar la identidad de este.
En cuanto a Harry Reid, se retiró del Congreso a principios
de este año, pero se mostró orgulloso de este programa: “No estoy avergonzado o
apenado o lamento haber mantenido esto a flote”, dijo en una entrevista en
Nevada. “Pienso que es una de las buenas cosas que hice durante mi servicio
como congresista. He hecho algo que nadie ha hecho antes”, añadió.
Entre las investigaciones que se han realizado a lo largo de
estos años existen vídeos de encuentros entre objetos no identificados y las
naves espaciales de la milicia de Estados Unidos, además de grabaciones de
audio de incidentes con ovnis todo tipo.
No es la primera vez que Estados Unidos investiga fenómenos
ovni. De 1947 a 1960 la Fuerza Aérea de este país investigó 12.000
informaciones. Dentro de ese esfuerzo hubo un programa, el Proyecto Libro Azul,
que aunque determinó que la mayoría tenía que ver con estrellas, nubes,
aeronaves o aviones espías, dejó 701 casos sin explicación. Las investigaciones
siempre se han guardado con extraordinario celo. Pero “la verdad está ahí
fuera”.
LaVanguardia
LaVanguardia
No hay comentarios. :
Publicar un comentario