El objeto volador no identificado fue avistado - sobrevolando la Plaza de Italia, en
la localidad española de Cáceres - por seis
niños de entre 8 y 11 años, y un matrimonio en el año 1975 en Extremadura.
El 1 de agosto de 1975 en una calurosa noche de verano
extremeña, un grupo de niños jugueteaban en la calle Carlos V de Cáceres cuando
algo llamó su atención. Se trataba de un objeto volador no identificado, del
color del cristal, con una luz roja en la parte superior y otras blancas y
azuladas parpadeantes, según describieron.
«No era un avión ni nada que se le pareciera. No era nada
conocido», contaba José Manuel, uno de los mayores. Todos los demás
coincidieron en que el artefacto se asimilaba a un globo terráqueo partido por
la mitad, siendo la base la parte más ancha. No perdieron de vista lo que
estaba ocurriendo ante sus ojos y lo reprodujeron con todo lujo de detalles.
«En la parte superior llevaba tres antenas, la del medio más larga que las
otras».
Los pequeños narraban que el extraño objeto venía de La
Madrila y se dirigía en dirección al cementerio. Aseguraron que se paró durante
unos minutos a su altura y pudieron comprobar cómo emitía un ruido intermitente
«muy raro» mientras giraba sobre sí mismo. Intentaron correr tras él hasta la
Plaza de Italia, pero desistieron cuando vieron la velocidad tan alta que llegó
a alcanzar.
No obstante, tras esta valiente carrera, los niños quedaron
atemorizados. María Rosa explicaba que no ha querido volver a dormir sola.
«Como hace tanto calor, tengo la ventana abierta pero la luz de la farola se
refleja en la pared de enfrente y me parece que el ovni regresa», confesaba la
pequeña, que en ese momento tenía nueve años. «Aquella noche, cuando estaba
medio dormida, sentí un ruido muy grande, comencé a gritar y resulta que era el
camión de la basura», señalaba.
Otra de las niñas pide al redactor que por favor no ponga su
nombre, a ver si se van a enterar los extraterrestres y van a volver a por ella
y a por sus amigos.
Sin embargo, no solo estos infantes contemplaron
supuestamente el misterioso aparato. También lo hizo un matrimonio que tomaba
café en la terraza de su domicilio. «Vimos una luz que se desplazaba fugazmente
de oeste a este. El objeto pasó muy bajo y no pudimos apreciar más que era de
un color azul violáceo, de forma esférica, como media naranja y que dejaba
atrás unos destellos o ráfaga luminosa», explicaban los García. Añadieron un
dato más que pasó desapercibido para los pequeños: «dejó un olor muy raro, como
si se tratase de gas carbónico o algo quemado».
Así contaba a un diario español esta fascinante noticia,
ilustrándola con una foto de los pequeños protagonistas señalando hacia donde
vieron o creyeron ver aquel objeto volador, fruto de sus posteriores temores.
Además, el redactor añadía al artículo: «los ovnis se han empeñado en rondar
nuestra ciudad y desde hace algún tiempo se han visto aparatos extraños en las
inmediaciones de la capital».
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