Se cumpen 70 años del primer avistamiento de ovni del Monte
Rainier donde se usó por primera vez la denominación de ¨platillo volador¨
«Nueve objetos brillantes con forma de plato volando a
increíble velocidad y a una altura de 3.000 metros, fueron detectados ayer por
el piloto Kenneth Arnold en Boise, Idaho quien desestimó especular sobre el
origen de los mismos». Esta frase, lanzada al mundo el 25 de junio de 1947 por
la agencia Associated Press, dio comienzo a un fenómeno que se ha repetido a lo
largo de los años: el avistamiento de OVNIS, del que este sábado se cumplen 70
años.
El día anterior, Kenneth Arnold sobrevolaba con su pequeño
avión el área de Mineral, en Washington. El cielo estaba despejado y había una
brisa ligera, así que decidió explorar la zona: hacía unos días, un avión de
transporte C-46 del Cuerpo de Marines se había extraviado en la zona y había
una recompensa de 5.000 dólares para quien encontrara los restos.
Pero un destello en el cielo pronto acaparó su atención, y
no parecía venir de ningún otro avión. Eran nueve objetos que componían una
formación escalonada diagonalmente y que parecían volar en un solo plano
horizontal, aunque también se movían de un lado a otro. «¿Serán aviones
militares?», llegó a preguntarse Arnold. Por ello decidió comprobar la
velocidad a la que volaban, midiendo el tiempo que tardaban en cubrir el
trayecto entre el Monte Rainer y el Monte Adams.
En un minuto y 42 segundos cubrieron una distacia de unos 80
kilómetros (50 millas). Ningún objeto volaba tan rápido, a excepción de los
cohetes V-2 que lo hacían a una velocidad cercana a los 6.000 kilómetros por
hora, pero eso era demasiado rápido como para poder ser observado, comentó
posteriormente un portavoz del Ejército estadounidense a AP.
Cuando Arnold aterrizó en Yakima, Washington, explicó a
quien allí estaba lo que había visto. Luego volvió a subirse a su avioneta e
inició otro vuelo que tenía previsto hacia Pendleton, Oregón. Pero cuando llegó
allí, la noticia ya había llegado gracias a la llamada de uno de los presentes
en Yakima.
Tras un intento de acudir a las oficinas del FBI para
relatar lo ocurrido (y encotnrarlas cerradas), Arnold terminó en las oficinas
del «East Oregonian», un periódico Pendleton. Allí se produjo uno de los
malentendidos más conocidos del mundo de la prensa, ya que Arnold no dijo en
ningún momento el término «platillo volante», sino que, según explicó, los
objetos volaban «como un platillo si lo lanzas sobre el agua». De hecho, su
forma se parecería más a la de un boomerang. Pero la noticia del «East
Oregonian» fue replicada rápidamente por las agencias de noticias. Y el término
caló.
«La mayoría de los periódicos no lo comprendieron y también
lo citaron mal. Dijeron que yo dije que eran similares a platillos; pero dije
que volaban como un platillo», explicó tres años después Arnold al famoso
locutor de la CBS Edward R. Murrow (retratado en la película «Buenas noches, y
buena suerte»).
Tras el avistamiento de Arnold, salieron a la luz otros
ocurridos previamente, mientras los estadounidenses comenzaron a ver platillos
volantes con cierta frecuencia. El ufólogo Ted Bloecher llegó a recopilar 853
avistamientos publicados en prensa solo en 1947.
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