martes, 27 de diciembre de 2016

El primer avistamiento Ovni registrado de Entre Ríos


El primer avistamiento Ovni registrado de Entre Ríos

La provincia argentina de Entre Ríos es una de las zonas con más avistamientos de ovnis de Argentina

Enigmas. El diario "Ecos del Litoral" de Gualeguaychú informó el 21 de noviembre de 1855 que el día anterior, en horas de la mañana, numerosos vecinos vieron aparecer una "luz muy brillante", que definió su aspecto y forma varios minutos.

Circulan relatos orales que dicen que las etnias indígenas propias de estas regiones habían sido testigos reverenciales de luces nocturnas de extraño comportamiento en épocas prehispánicas. Pero debió esperarse hasta mediados del siglo XIX para que quedara registro escrito de la primera observación de un Objeto Volador No Identificado sobre territorio entrerriano. Con el "bonus" de haber sido una observación colectiva.

El 20 de noviembre de 1855 fue un día muy particular en la ciudad de Gualeguaychú. Según el diario "Ecos del Litoral" del día siguiente, en horas de la mañana numerosos vecinos vieron aparecer una "luz muy brillante", que a medida que pasaron los minutos definió su aspecto y forma. Su luminosidad no era eclipsada por el Sol, sino, por el contrario, en tanto pasaba el tiempo se acrecentaba aún más. Un par de telescopios en poder de vecinos intelectualmente inquietos, permitió observar en detalle al objeto que –según relatan quienes exhumaron este curioso informe de las brumas del tiempo, el investigador local Carlos Atilio Rieger, el doctor José Brunetti y el señor Luis Luján, sobre archivos del Instituto Magnasco, de esa localidad- "adoptaba la forma de una medialuna en menguante, alrededor de la cual giraba un disco, como los anillos del planeta Saturno".

El extraño objeto continuó desplazándose por el cielo hasta perderse en el horizonte (lo que, teniendo en cuenta la baja construcción de entonces, permite suponer que la observación fue prolongada) y durante el resto del día fue la comidilla del pueblo, dando lugar a las más extrañas especulaciones; desde quienes, con cierta formación cultural, lo suponían un extraño fenómeno atmosférico o astronómico, hasta quienes quisieron ver en él un signo profético de naturaleza religiosa.

Muelle de la ciudad de Gualeguaychu, Entre Ríos, Argentina

¿Una señal de los cielos ?

Muchos vincularon el avistamiento del ovni con el anuncio de la caída de Sebastopol ( El 9 de septiembre de 1855, Sebastopol cayó en manos de las tropas franco-británicas, después de 11 meses de asedio. Tras esta derrota, Rusia se vio forzada a pedir la paz.).Siendo que en la localidad del avistamiento, del enigmático objeto volador, vivían ciudadanos de los países europeos que intervinieron en dicho conflicto.

Soldados en la guerra de Crimea
El inexplicable y desconcertante avistamiento del extraño objeto volador fue tomado como una señal del cielo cuando llega a la ciudad la noticia que –en plena guerra de Crimea, que por entonces enfrentaba a las potencias europeas con Rusia, aquella que inmortalizara la "Carga de la Caballería Ligera", a la que el poeta Kipling evocara con sus versos: "Cañones a la izquierda/cañones a la derecha/hacia el valle de la muerte/cabalgaron los seiscientos..."- las tropas aliadas, francesas, italianas e inglesas habían tomado la ciudad de Sebastopol.

Aunque la noticia demoró mucho tiempo en virtud de las comunicaciones intercontinentales. El aislamiento de Gualeguaychú respecto a los grandes centros poblados (la provincia de Entre Ríos era "insular" hasta 1969, y el cruce en barcazas no sólo demoraba el tráfico comercial sino también la celeridad informativa).

Dado que en la localidad había una muy fuerte colectividad de esas tres nacionalidades europeas –al punto de justificar la presencia de sus respectivos consulados- buena parte del pueblo se lanzó esa noche a las calles, –según relatan los citados investigadores, a tenor de los periódicos de la época- en espontánea manifestación, ofreciendo informales "serenatas" a las autoridades.

Una orquesta filarmónica local, dirigida por don Luis Giuffra, y una banda militar se instalaron frente al popular "Café Dutte" (propiedad de un francés de apellido homónimo) alternando "La Marsellesa" con el Himno Italiano.

Reflejado en tono altisonante y pomposo por el diario "Ecos" al día siguiente, hizo perdurar por muchos años en el ideario colectivo el recuerdo del "aviso de los cielos sobre la batalla de Sebastopol.

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