El OVNI de Socorro
El Caso Zamora
El encuentro de Zamora produjo una considerable exaltación
en los medios de comunicación, y está considerado como uno de los mejores
avistamientos OVNI documentados bajo una conducta extraña. Esto era una de las
coartadas que ayudaron a convencer al astrónomo J. Allen Hynek de que algunos
informes OVNI representaban un misterio intrigante sin resolver. Según Ana
Druffel, el caso de Socorro es único en los expedientes oficiales Ovni de las
Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos, según un documento del Proyecto Libro
Azul: "Este es el único caso OVNI en los archivos del Proyecto Libro Azul
que oficialmente es "inexplicable", aun así que hubo varios rastros
físicos abandonados en la escena del suceso, y el avistamiento de los ocupantes
de la nave". (Druffel, 214)
Encuentro en el desierto
El 24 de abril de 1964 sobre las 17.45 horas el agente de
policía Lonnie Zamora iba en su auto de patrulla por las afueras de la ciudad
cuando vio una llama en el cielo. El vehículo que circulaba a gran velocidad
por South Park Street, Socorro (Nuevo México). De repente, una fuerte explosión
llamó su atención y pudo observar en el cielo una extraña llamarada azul en
forma de embudo, que se perdió tras una colina. Zamora pensó que quizás el
polvorín de la zona había estallado. Una vez apersonado en el lugar del que
creyó era un accidente, se sorprendió al percatarse de la presencia en medio
del terreno, y no muy lejos del citado almacén, de un misterioso objeto
metálico de forma ovoide, sin ventanas ni remaches visibles.
El artefacto, que estaba a pocos metros del testigo, se apoyaba sobre cuatro patas telescópicas y junto a él habían dos pequeños seres, como "niños o adultos bajos" enfundados en monos blancos (algunos autores hablan de batas). Según el agente Zamora, la aeronave tenía una insignia roja muy extraña de unos 75 cm de alto, pero tan pronto como detectaron su presencia, los seres saltaron al interior de la aeronave, despegando rápidamente tras escucharse una nueva explosión, al tiempo que una luz azulada, como una "llama" con los bordes anaranjados, emergía por la parte inferior del objeto sin emitir humo. El testigo observó como el artefacto se colocó a la altura del coche (pues Zamora estacionó en lo alto de una loma), para posteriormente desaparecer en dirección oeste-sur-oeste en completo silencio.
El artefacto, que estaba a pocos metros del testigo, se apoyaba sobre cuatro patas telescópicas y junto a él habían dos pequeños seres, como "niños o adultos bajos" enfundados en monos blancos (algunos autores hablan de batas). Según el agente Zamora, la aeronave tenía una insignia roja muy extraña de unos 75 cm de alto, pero tan pronto como detectaron su presencia, los seres saltaron al interior de la aeronave, despegando rápidamente tras escucharse una nueva explosión, al tiempo que una luz azulada, como una "llama" con los bordes anaranjados, emergía por la parte inferior del objeto sin emitir humo. El testigo observó como el artefacto se colocó a la altura del coche (pues Zamora estacionó en lo alto de una loma), para posteriormente desaparecer en dirección oeste-sur-oeste en completo silencio.
Inmediatamente, otros agentes de policía que se presentaron
en el lugar, entre ellos el sargento Sam Chávez, pudieron constatar la
presencia de cuatro huellas rectangulares en la zona de aterrizaje del objeto,
así como las llamas aún presentes en algunos matorrales colindantes. Las 4
marcas fueron visibles durante varios días y según los expertos fueron
provocadas por un objeto de al menos 8 toneladas de peso. También se
encontraron, en el terreno, pequeñas huellas de los supuestos ocupantes del
artefacto. Las quemaduras halladas en la vegetación de los alrededores
revelaron que habían sido producidas por exposición a altas temperaturas. Por
si fueran pocos restos, habían varias rocas de aspecto burbujeante y arena
vitrificada que parecían haber estado bajo la acción de la poderosa
"llama" del objeto .
Los investigadores de las Fuerzas Aereas no hallaron
explicación a lo que vio Zamora. Pero cuando Maurice Masse, granjero de
Valensole (Francia), vio un dibujo de la nave de Zamora,se asombró:era la misma
que había visto él en sus campos de lavanda en julio de 1965.También vio los
dos seres.
Los escépticos especulan que la imaginación de Zamora se vio
alterada en algún momento del encuentro, o que el asunto no fue más que una
broma pesada para producir repercusiones en la comunidad ufológica y en los
investigadores, aunque las refutaciones han sugerido que la mayor parte de
estos científicos, llamados Debunkers, han intentado siempre ser persuasivos
durante este tipo de casos.
Una investigación minuciosa
El suceso fue concienzudamente investigado por la USAF y el
FBI, entre otros por el capitán Richard T. Holder, jefe del campo de pruebas de
White Sands, y el mayor William Connor, de la base de Kirtland, llegando a la
conclusión de que el agente Lonnie Zamora decía la verdad. Incluso se descartó
la posibilidad de que el testigo hubiera visto un prototipo experimental o
ingenio de la NASA. El proyecto Libro Azul (grupo de estudio gubernamental
sobre OVNIS formado por científicos civiles y militares) admitió el caso como
No Identificado, y es el único informe que engloba aterrizaje, visión de
humanoides y marcas en el terreno autentificado por el gobierno de los Estados
Unidos. El Mayor Héctor Quintanilla, al mando de dicha comisión estatal
(1963-1969), célebre por su extremada sobriedad y exacerbado escepticismo en
relación a la problemática OVNI, escribía, en 1966, al respecto del suceso de
Socorro en la revista interna de la CIA "Estudies in Intelligence":
"No hay duda de que Lonnie Zamora vio un objeto que dejó una honda
impresión en él. Tampoco puede cuestionarse la credibilidad de Zamora. Es un
oficial de policía serio, un pilar de su iglesia, un hombre versado en
reconocer aeronaves en su zona. Está desconcertado por lo que vió y,
francamente, nosotros también. Este es el caso mejor documentado que conocemos,
y todavía no hemos sido capaces de encontrar el vehículo o cualquier otro
estímulo que atemorizó a Zamora hasta el punto de llevarle al pánico".
Sam Chavez que llegó al lugar minutos después de que el
artefacto hubiera desaparecido en la lejanía comentó al ver el estado de
nerviosismo de su compañero; "¿Que ha pasado?... ¡¡¡Ni que hubieras visto
al diablo!!!..."
Lonnie Zamora un testigo creíble
El 2 de noviembre de 2008 moría a los 76 años Lonnie Zamora,
protagonista de uno de los encuentros OVNIs mas emblemáticos y documentados del
mundo.
Curiosamente tan solo dos semanas antes conoció que el
investigador Antonhy Bragalia ponía en tela de juicio su insólita experiencia
en un articulo denominado "The Socorro UFO Hoax Exposed!" (El OVNI de
Socorro ¡Una Broma al descubierto!) (Septiembre 2008). Después de 45 años sin
que nadie ni siquiera el gobierno norteamericano pudiera hallar una explicación
convencional para su avistamiento, Bragalia volvía a incidir en una vieja
conjetura, refrendada por la aparición de una nueva prueba, el caso fue
producto de una sensacional broma. Sin duda la polémica estaba servida. Tratándose
del suceso de Socorro, considerado como piedra angular de la investigación OVNI.
Lo cierto es que todos los esfuerzos por desmentir a Zamora en lo que constituye uno de los casos más inexplicables y contundentes
en el campo de la ovnilogia no tuvieron éxito.
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