El enigmático caso del ¨Niño de las Estrellas¨
El caso del Starchild
o Niño de las Estrellas es uno de los casos más desconcertantes e inexplicable estudiado
por la ciencia.
El ¨Niño de las
Estrellas¨ es el nombre al que se le da a un cráneo de 900 años de antigüedad
encontrado en México en la década del ´30.
Se realizaron
varios estudios sobre el enigmático cráneo que dejó desconcertados a los
científicos que los llevaron a cabo. Tal fue el desconcierto al comparar las
características morfológicas, óseas y genética con la de un humano, que se
llegó a inferir que podría tratarse de una nueva especie humana, nunca antes
conocida.
El hallazgo de
los cráneos
Durante la década
de 1930 un adolescente estadounidense se fue de vacaciones a México con su
familia, que eran de ascendencia mexicana. Durante su visita a una pequeña
aldea en la región de las Barrancas del Cobre de México se fue a explorar por
su cuenta y descubrió un túnel de la mina abandonada. En su interior se
encontró un esqueleto humano completo acostado de espalda, a su lado sobresalía
un hueso enterrado al cual parecía estar abrazando.
La adolescente
cavó, con sus manos, para desenterrar de su tumba poco profunda, al esqueleto
que describió como el más pequeño, y
"deforme" que el otro.
|
Disposición de los esqueletos al momento del hallazgo |
La chica recogió
todos los huesos, y los escondió cerca, con la intención de volver a ellos más
tarde durante las próximas vacaciones. Sin embargo al volver al sitio durante
sus vacaciones, afirmó que en algún momento, poco después, hubo una inundación
repentina que dispersó la mayor parte de los huesos a gran distancia, no
obstante la chica, pudo encontrar a los dos cráneos, el deforme ahora dañado,
alojado en los escombros a lo largo de la ruta del diluvio. Luego tomó los
cráneos y se los llevó a su casa de Texas, EE.UU., en donde los retuvo por el
resto de su vida.
El cráneo deforme
había sido dañado, y la mayoría de la parte frontal de su cara había
desaparecido, y sólo una pequeña porción del maxilar, el hueso de la mandíbula
superior, que queda, está separado del resto del cráneo. Posteriormente la
mujer, recubrió el exterior de los dos cráneos con una laca transparente, para
poder preservarlos hasta el final de su muerte.
La mujer nunca
dio el nombre o la ubicación exacta de la aldea que había estado visitando, o
cualquier detalle específico sobre la ubicación del túnel de la mina donde
había encontrado los cráneos.
|
Zona donde se habrían hallado los restos óseos |
La mujer falleció
en la década de 1990, por lo que la historia de su descubrimiento fue solo de
oídas. Sin embargo, un estudio microscópico de los cráneos coincide con la historia
que el cráneo normal estaba acostado de espalda en el suelo y el cráneo deforme
sepultado junto al él, y las pruebas de química inorgánica en ambos cráneos
partidos dio resultados que se esperaría para la región de los cañones de cobre
de México.
A su muerte los
cráneos pasaron a sus amigos, que a su vez los pasaron a Ray y Melanie Young de
El Paso, Texas, en 1998. Melanie, una enfermera neonatal y terapeuta clínica
estaba intrigada por saber que habría causado la deformidad o esa condición al
cráneo "deforme". Ella se acercó a varios de sus colegas en el
hospital donde trabajaba, y desestimando por completo que se tratase de algún
tipo de deformidad, ninguno podía darle una explicación del por qué de la
condición de ese cráneo y que podría haber causado sus características tan
peculiares. Esto despertó, aún más, su curiosidad más allá, y, sospechando que
podría tratarse de algo completamente nuevo para la ciencia y la medicina,
Melanie buscó la ayuda de Lloyd Pye, un autor e investigador en el campo del
conocimiento alternativo, de mente abierta, y
con contactos entre la profesión médica .
El proyecto Starchild
Con el fin de
analizar el cráneo se creó el llamado proyecto Starchild (Niño de las
Estrellas).Un emprendimiento privado que dedica fondos a realizar estudios
sobre la inusual calavera desde 1999.
Se realizaron
estudios científicos independientes en EE.UU, Canadá y el Reino Unido.
En un principio
las primeras teorías respecto a la deformidad del cráneo, de grandes
órbitas oculares y una gran frente,
fueron atribuidas a una enfermedad o práctica cultural en el individuo.
Sin embargo entre otros de los descubrimientos realizados durante el año 2003,
se hallaron en el hueso del cráneo, niveles de aluminio que no podrían existir
en un hueso humano.
El nombre de ¨Niño de las Estrellas¨ no es fortuito y se
basa en que el contraste con las características de los humanos es notable. Los
diferentes datos aportados por el cráneo, puede apoyar la teoría de que trata,
ni más ni menos, de los restos de un auténtico extraterrestre.
Un cráneo contemporáneo a los Aztecas
La mujer adulta hallada junto al Starchild fue analizada de
forma independiente con radiocarbono y los resultados le dieron unos 900 años (+/-40
años) de antigüedad, lo que indica que ambos fallecimientos ocurrieron
aproximadamente al mismo tiempo.
Las muertes datan del año 1.100 D.C., cuando la primera
Cruzada había empezado y gran parte de Mexico era dominado por los Aztecas que
construyeron sus enormes pirámides y tenían un conocimiento detallado e
inverosímilmente de eventos cósmicos que ha llevado a muchos a especular con una
conexión extraterrestre.
Sin embargo,
todo aquello no formaba parte de la vida cotidiana de las Barrancas del Cobre
región donde se encontró el cráneo del Starchild. Allí, las tribus de los Tarahumaras,
semi-nómadas, que habitaron la región plantean los cultivos y criaban animales,
además de dedicarse a la caza y la recolección.
Los desconcertantes resultados del ADN
Dr. Malhi no pudo detectar ADN nuclear del Starchild en
ninguno de sus seis intentos.
Dado que el ADN nuclear se recuperó fácilmente del cráneo de
control con el mismo nivel de degradación. El ADN mitocondrial del Starchild
también era fácilmente detectable, la fuerte controversia surge en su ADN
nuclear que estaba presente, pero era demasiado diferente al ADN humano y por lo tanto dificil de reconocer para los dispositivos encargados de detectarlo.
Aunque convincente, este resultado no fue una prueba
absoluta de que el Niño tenía un padre no humano. Además, si se tratara de una
especie de híbrido humano-extraterrestre, la presencia de ADN mitocondrial heredado
de una madre humana sugeriría una gran parte en su ADN nuclear. Pero, fue
imposible detectar el ADN del padre dentro del ADN nuclear ¿por qué no fue fácilmente
detectar esa contraparte claramente humana?.
Con las técnicas de detección basados en la PCR a su
disposición en 2003, el Dr. Malhi y el Dr. Eshleman no tenían manera de abordar
la cuestión, y surgió la pregunta ¿hasta qué punto el padre era de humano?.
De las 167 comparaciones existen son Diecisiente 17
variaciones! Eso es 17 diferencias entre el ADN mitocondrial del Niño de las
Estrellas y el ADN mitocondrial de 33 haplogrupos humanos!
Después de la secuenciación repetida, algunos de esos 17
diferencias se pudo confirmar hay errores de lectura en el programa, pero es
prácticamente imposible que todos ellos haya habido errores.
En cualquier comparación de muestras de ADN entre los CRS
humanos y una especie "desconocidas" (que técnicamente clasifica el
Starchild), incluso unas pocas variaciones entre ellos en un corto tramo de
nucleótidos altamente conservados indican fuertemente que la totalidad del
genoma del ADN mitocondrial de esa especie contendría muchos más que los 120 ±
realizadas por los haplotipos humanos.
Se puede concluir que el Starchild es hijo de una madre
humana pero no hay ninguna certeza ni se pudo comprobar la procedencia humana en
el ADN nuclear del niño, ¿Quién es, el o los padres?.