martes, 10 de febrero de 2015

El caso Cash-Landrum

 
El caso Cash Landrum

El caso OVNI Cash-Landrum es uno de los caos más verosímiles e inexplicables del fenómeno ovni ocurrido en el estado de Texas (EE.UU.) a fines de 1980. El avistamiento de por sí inexplicable no solo produjo asombro sino que tuvo sus consecuencias sobre los testigos (dos mujeres y un niño) quienes fueron afectados en su estado de salud.

Este caso por sus características se encuadra dentro de un caso de encuentro cercano del segundo tipo, debido a los efectos físicos reportados sobre los testigos y su automóvil.

El incidente 

Durante la noche del 29 de diciembre de 1980, Betty Cash, Vickie Landrum y Colby Landrum (el nieto de entonces siete años de Vickie) estaban dirigiéndose de regreso a su hogar en la localidad tejana de Dayton en el Oldsmobile Cutlass de Cash, luego de haber salido a cenar afuera.

A eso de las 9:00 p.m., mientras se encontraban conduciendo sobre una carretera de dos carriles bordeada por una densa arboleda, las testigos dijeron que observaron una luz sobre algunos árboles. Inicialmente pensaron que se trataba de la luz de un aeroplano que se estaba aproximando al Aeropuerto Intercontinental de Houston (situado a una distancia de unos 55 kilómetros), por lo en ese momento le prestaron poca atención. Unos pocos minutos después -sobre una carretera serpenteante- las testigos vieron lo que tomaron o consideraron como la misma luz que habían visto un rato antes, pero ahora estaba mucho más cercana y se veía muy brillante. La luz, según alegarían posteriormente las testigos, provenía de un gigantesco objeto con forma de diamante, el cual en ese momento estaba realizando un vuelo estacionario justo por encima de la línea de la copa de los árboles. La base del objeto estaba expeliendo llamas y emitiendo un significativo calor. Vickie Landrum le dijo a Cash que detuviese el automóvil, temiendo resultar quemadas si se acercaban un poco más. Sin embargo, la opinión de la propia Vickie acerca del objeto pronto cambió : como cristiana renacida (born again Christian), ella interpretó al objeto como un signo de la segunda venida o parusía de Jesucristo, diciéndole a su nieto “Ese es Jesús. Él no nos dañará”.

Ansiosa, Cash consideró la idea de dar un giro en U y regresar en sentido contrario, pero pronto abandonó esta idea debido a que la carretera era demasiado angosta y por considerar que el auto se quedaría atascado sobre los arcenes o las banquinas de tierra, que estaban humedecidos a causa de las lluvias que habían tenido lugar durante ese mismo anochecer. Cash y Landrum salieron del auto para examinar el objeto. Empero el pequeño Colby estaba aterrado, por lo que Vickie Landrum rápidamente regresó al auto para confortar al frenético niño. Por su parte, Cash se mantuvo fuera del coche “hipnotizada por la extraña vista” (mesmerized by the bizarre sight), según las palabras escritas por Jerome Clark.

Continuó diciendo que:

 “El objeto, intensamente brillante de un color plateado apagado, tenía la forma de un gigantesco diamante tallado, de un tamaño similar a la torre de agua del pueblo Texano de Dayton, con sus partes superior e inferior respectivamente cortadas, por lo que parecían más planas que puntiagudas”.

Pequeñas luces azules rodeaban el centro del mismo, y periódicamente durante unos pocos minutos siguientes salieron llamas del fondo del objeto, creando el efecto de un gran cono. Cada vez que el fuego se disipaba, el OVNI “flotaba” hacia abajo unos pocos pies, en dirección de la carretera. Pero cuando dichas llamas volvieron a salir nuevamente, el objeto se elevó aproximadamente la misma distancia.

Las testigos luego comentaron que el calor era lo suficientemente fuerte como para hacer que la carrocería del automóvil se calentase de tal forma que tocarla causada dolor. Al respecto, Cash mencionó que ella tuvo que usar su abrigo para proteger su mano de sufrir una quemazón cuando finalmente abrió la puerta del coche para reingresar al mismo. Cuando tocó el tablero de instrumentos del automóvil, la mano de Vickie Landrum presionada sobre el vinilo emblandecido aparentemente dejó una huella palmar que fue evidente varias semanas después. Los investigadores citaron dicha huella como prueba del relato de los testigos; sin embargo, no existe ninguna fotografía de la misma. El objeto entonces se elevó hacia un punto más alto. 

Mientras ascendía por sobre las copas de los árboles, los testigos afirmaron que un grupo de helicópteros de doble rotor se aproximaron al objeto y lo rodearon en una formación cerrada. Cash y Landrum lograron contar 23 aeronaves de este tipo, similares a los Chinook usados por las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos.

Con la carretera liberada, Cash continuó conduciendo, alegando ver destellos del objeto y de los helicópteros desvaneciéndose en la distancia. Desde la primera vez que observaron el objeto hasta que lo perdieron de vista, los testigos dijeron que el encuentro duró unos 20 minutos. Basándose en descripciones dadas por el libro de John F. Schuessler.

Otros testigos

Los investigadores posteriormente localizaron a un oficial de policía de Dayton, el detective Lamar Walker y su esposa, quienes alegaron haber visto 12 helicópteros similares a los Chinook cerca del área donde tuvo lugar el incidente Cash-Landrum, y aproximadamente al mismo tiempo. Estos otros testigos no informaron haber visto un gran objeto de forma de diamante. El detective Walker investigó este incidente pero fue despistado en numerosas ocasiones por oficiales militares de alto rango, incluyendo aparentemente algunos directamente vinculados con el Pentágono.

Un día de abril de 1981 un CH-47 voló hacia Dayton. Mientras el pequeño Colby lo miraba comenzó a sentirse bastante mal. Vickie decidió llevarlo hacia el punto donde el helicóptero había aterrizado, con la esperanza de que la aeronave parecería ser menos atemorizante una vez posada sobre el suelo. Cuando llegaron al área de aterrizaje se encontraron con que ya había bastante gente allí y tuvieron que esperar durante algún tiempo antes de que se les permitiese ingresar al helicóptero y hablar con el piloto. Tanto Vickie como otro visitante alegan que el piloto dijo que él había estado en el área antes, con el propósito de investigar un OVNI que se habría encontrado en problemas cerca de la localidad de Huffman. Cuando Vickie le comentó al piloto lo feliz que estaba de verlo, porque ella había sido una de las personas que había recibido quemaduras de parte del OVNI, él se negó a seguir hablando y rápidamente las hizo salir de la aeronave.

Los problemas de salud

Luego de que el OVNI y los helicópteros hubieron abandonado la zona, Cash llevó a los Landrum a su casa y se retiró a tratar de dormir. Aquella noche, todos experimentaron síntomas similares, aunque Cash los tenía en un grado mayor (de hecho, había sido ella quien había salido del automóvil a observar el fenómeno). 

Todos sufrían de náuseas, vómitos, diarrea, una debilidad generalizada, una sensación de quemazón en los los ojos y como si hubiesen sufrido de quemaduras después de una exposición excesiva a la luz del sol. Durante el transcurso de los días siguientes, los síntomas de Cash empeoraron, con muchas ampollas grandes y dolorosas formándose sobre su piel. Cuando fue llevada a la sala de emergencias de un hospital el 3 de enero de 1981, Clark escribe que Cash “no podía caminar y había perdido grandes pedazos de piel y mechones de cabello. Fue dada de alta luego de 12 días, aunque su condición no era mucho mejor, y posteriormente regresó al hospital por otros 15 días. La salud de los dos Landrum (abuela y nieto) era de alguna forma un poco mejor, aunque ambos sufrían de una debilidad persistente, llagas en la piel y pérdida de cabello.

Un radiólogo que examinó los registros médicos de los testigos para la red de ovnilogía MUFON escribió respecto de los mismos:

    “Tenemos fuerte evidencia de que estos pacientes han sufrido daño secundario debido a la radiación ionizante. También es posible que además haya habido un componente infrarrojo o ultravioleta”.

Sin embargo, Brad Sparks contiende que, aunque los síntomas eran de alguna manera similares a aquellos causados por dicho tipo de radiación, la rapidez del ataque fue sólo consistente con una dosis masiva que había significado una cierta posibilidad de muerte en unos pocos días. Debido a que todas las víctimas vivieron varios años más después del incidente (y el entonces niño Colby sobrevivió al mismo sin mayores complicaciones), Sparks sugiere que la causa de los síntomas fue o habría sido alguna clase de contaminación química, presumiblemente por un aerosol.

Acciones Legales

Finalmente, Cash y Landrum contactaron a los senadores estadounidenses Lloyd Bentsen y John Tower, quienes les recomendaron a ambas testigos entablar una demanda ante la oficina de reclamos judiciales de la base de la Fuerza Aérea de Bergstrom. En agosto de 1981, Cash, Landrum y Colby fueron entrevistadas durante un tiempo relativamente largo por personal de que entonces trabajaba en la Base de la Fuerza Aérea de Bergstrom, y allí de les comentó que debían contratar a un abogado y buscar compensación económica por sus heridas Con el abogado (attorney) Peter Gersten tomando el caso de manera pro bono, el caso se abrió camino por las cortes estadounidenses, y estuvo dando vuelta por ellas durante varios años. Cash y Landrum demandaron al gobierno federal estadounidense por USD 20 millones. El 21 de agosto de 1986, un juez de una Corte de Distrito desestimó su caso, notando que las demandantes no habían probado que los helicópteros en cuestión estuviesen asociados al gobierno de los Estados Unidos y que oficiales militares habían testificado que las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos no tenían una gran aeronave de forma de diamante en su posesión o inventario.

Investigaciones

Vickie Landrum telefoneó a funcionarios de varias agencias del gobierno federal estadounidense, comentándoles sobre el encuentro cercano que alegaba haber experimentado. Cuando ella se contactó con la NASA, fue derivada al ingeniero aeroespacial John Schuessler, quien hacía bastante tiempo que estaba interesado en el estudio del fenómeno de los OVNIs. Con algunos asociados provenientes pertenecientes a la conocida red de ufología MUFON, Schuessler comenzó a investigar sobre el caso, y posteriormente escribió artículos y un libro sobre la materia. El astrónomo Allan Hendry, de la red CUFOS, también investigó el extraño caso Cash-Landrum.

Debido a la presencia de los helicópteros Chinook, los testigos presumieron que al menos una rama de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos también habrían detectado la presencia del objeto, si es que no lo estaban escoltando o persiguiendo. No obstante, los investigadores no pudieron encontrar evidencia que vinculase a dichos helicópteros con alguna rama de la milicia estadounidense.

En 1982, el entonces teniente coronel George Sarran, del Departamento del Inspector General del Ejército de los Estados Unidos, comenzó a realizar la única investigación completa y formal de carácter oficial o gubernamental sobre ese supuesto encuentro o incidente OVNI. No obstante, él no pudo encontrar ninguna prueba o evidencia concluyente de que los helicópteros que los testigos alegaban haber visto perteneciese a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Sarran concluyó que “Las sras. Landrum y Cash eran creíbles, el policía y su esposa [quienes afirmaron haber visto 12 helicópteros cerca del sitio del encuentro OVNI], también eran testigos creíbles. No había la percepción de que alguien estuviese tratando de exagerar la verdad”.

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