sábado, 30 de abril de 2011

El Roswell del Cerro Zaire


El Roswell del Cerro Zaire
El sábado 6 de mayo de 1978 ocurría uno de los casos más misteriosos y nunca resueltos en la zona norte de Argentina en su límite con Bolivia. Ese día, varias personas vieron como un extraño objeto caia del cielo seguido por una gran explosión, que provocó remezones de tierra. Una columna de humo negro y denso subió por varios centenares de metros, y una extraña sensación de “cambio de aire” fue experimentada por la gente. Los animales huian inexplicablemente. El fenómeno afectó a campesinos de varios kilómetros a la redonda del cerro El Zaire, ubicado en Tarija, Bolivia, en el límite con Salta (norte de Argentina).
Eran aproximadamente las 17,30 horas en la República Argentina, cuando personas de distintos poblados del norte de Argentina y sur de Bolivia vieron un objeto de forma ovoide, acerado, que desprendía una estela de humo y se precipitaba a gran velocidad. Seguidamente se escuchó una gran explosión que ocasionó en varios lugares el desbande de animales. Inmediatamente, unos remezones de tierra que confundieron con temblores y finalmente una gran columna de humo negro.
La región salteá en donde ocurrió éste fenómeno, está cubierta por una selva subtropical de muy tupida vegetación, conocida como Las Yungas, se encuentra allí el Parque Nacional El Baritú, que guarda uno de los biomas más vírgenes del país. El calor, la humedad y la frondosa vegetación fueron factores que jugaron en contra de los expedicionarios que fueron, desde Salta, en busca del objeto precipitado.
Desde Bolivia, inmediatamente, fueron enviados varios aviones a reconocer la zona. El diario Boliviano “El Potosí” publicaba por esos días esta noticia:
….”el Grupo Aéreo de Cobertura Militar, con asiento en la base de Tarija, destacó varios aviones, a los que más tarde se agregó un helicóptero, al lugar del impacto. La operación estaba a cargo del Teniente Coronel Julio Molina. Cuando el Teniente Osvaldo Prado localizó el punto exacto de la colisión, se fotografió el inusitado y tremendo “desmoronamiento” en la ladera sur del cerro El Zaire, donde un enorme hoyo, de unos 300/400 mts., con 400/500 mts. de ancho y más o menos 1.500 mts. de largo, quedaba como vestigio indudable del fenómeno….”
Los testimonios de la gente de las distintas localidades afectadas coincidirían invariablemente en tres puntos: Una fuerte explosión, el movimiento telúrico que se sintió inmediatamente y la columna de humo negro que se levantó.
La noticia de una extraña explosión en la zona norte de la provincia se escuchó en la radio, y coincidió además, con algunos testimonios de gente de la ciudad de Capital Salta, que la noche anterior (5 de mayo), habían visto una extraña luz en el cielo que se movía vertiginosamente.
El día 9 de mayo, el diario local salteño se hace eco de la noticia, y publica la misma con el título “Habría caído un las serranías cercanas al parque El Baritú un extraño objeto”, y a partir de allí, se comentó extensamente la noticia en los días posteriores. También, dicho diario envió una expedición de periodistas y fotógrafos en busca del objeto, los que estuvieron enviando reportes diarios de todo lo que iban averiguando.
También en la frontera con Bolivia, el día 9 de mayo (tres días después de la explosión), se vieron tres objetos luminosos, en la zona cercana a la explosión, cuyos movimientos, según declararon pobladores, no parecían corresponder al de los aviones conocidos, pues describían movimientos en zig zag.
En estos días, en Salta se pensaba que el objeto se había estrellado en la zona del Parque Nacional El Baritú o en Santa Victoria Oeste, por lo cual, estando en jurisdicción salteña, el Escuadrón de Orán de Gendarmería Nacional y la Sección de Aguas Blancas siguieron con la investigación desde el lado argentino. También lo hizo un avión de Gendarmería, pero sin resultados positivos debido a las características de la enmarañada selva de El Baritú.


Testimonios de los pobladores
Director de la escuela Nº 7 de Candadito Chico, Sr. Tomás de la Torre: -..”el sábado, alrededor de las 17, cuando los chicos se aprestaban a abandonar la escuela, se sintió la fuerte explosión, y se observó en dirección noroeste una extensa estela de humo que permaneció en el espacio por varios minutos, lo vimos todos”-.
Jesús Ordoñez Carrique: de La Mámora, criador de cabras, narró que vió en el cielo un enorme objeto ovoidal acerado, brillante, que despedía una gruesa estela de humo, y luego se escuchó la gran explosión que ocasionó que se desbandaran los animales para no volver a encontrarlos. (La Mámora es una pequeña población de campesinos y mineros, ubicada a pocos kmts. del cerro El Zaire, en la época contaba con aproximadamente 800 habitantes).
Celestino Guayra Fernández: también poblador de La Mamora, señaló que, tras ver el paso de un “plato volador” (así lo definió él), tuvo la impresión de que uno de los cerros de la cadena montañosa que surca La Mamora entraría en erupción debido a la violencia de la explosión.
Intendente de Los Toldos, Sr. Matías Saravia: -”Yo no ví nada, pero gente de allí me contó que vió pasar algo del tamaño de una pelota de fútbol que poco después explotó dejando escapar una alta columna de humo grisáceo….”
Gente de Gendarmería Nacional (Argentina): -”Escuchamos una violenta detonación..”-
David Abay, jefe de mantenimiento del aserradero Treserres, en Orán: escuchó la explosión y luego los empleados del aserradero, situado a 2 kmts. de allí contaron que cerca de las 17,30 vieron pasar un artefacto volando en forma horizontal en dirección SE-NO, hacia Los Toldos, dejando una estela de luces rojizo-azuladas y luego escucharon la explosión.
Encarnación Chanque: una pastora de un caserío llamado Tierra Floja, relató que al momento de ocurrir la explosión, había sentido una sensación como de corriente eléctrica que le atravezaba el cuerpo de abajo hacia arriba y que había sentido gran temor.
María Guayra: de La Mamora, declaró que su esposo recibió algo como una descarga eléctrica que lo inmovilizó por un tiempo.
Corrieron rumores de que pobladores de un pequeño villorio boliviano, situado frente a Trigo Huaco, habrían recogido restos metálicos del artefacto aún no identificado.
Infrome Oficial de Gendarmería Nacional Argentina
A su vez, Gendarmería Nacional (argentina), en un informe oficial suministrado por la Séptima Agrupación con asiento en Salta, ratificaba que en la zona del suceso fueron vistos durante la jornada del martes 9 tres aviones desconocidos sobrevolando la zona cercana al impacto. Ya paran entonces, Gendarmería había caratulado el caso como “Caso objeto volador no identificado”.
Es importante destacar, que fuentes allegadas a Gendarmería Nacional (argentina), anticiparon que: “la búsqueda se hará hasta las últimas consecuencias, puesto que en el organismo de seguridad se estima que corresponde investigar las características de la explosión, que, de no corresponder a causas naturales, no podría haber sido provocada por armas convencionales en uso en nuestro país”.
Durantes uno de los vuelos de reconocimiento efectuados por el avión de Gendarmería el día 10 de mayo, se informó que se observó sobre El Baritú, a unos 3.000 mts. de altura, la presencia de tres objetos luminosos, los cuales, luego de permanecer por un tiempo considerable, desaparecieron a gran velocidad.
Igualmente, versiones de gente de la zona hablaban de flotillas de al menos 30 objetos surcando el cielo de Orán el mismo día, para desaparecer luego en dirección SurOeste, lo cual se vinculó a la cuadrilla que surcó el cielo mendocino el mismo día.
El Sitio del Impacto
Un enviado de las autoridades bolivianas observó, a unos 100 mts. de una de las laderas del cerro El Zaire, que una sucesión de arbustos y de piedra de regular tamaño se encontraban calcinados, descartandose la posibilidad de que ello haya podido ser causado por los lugareños. También empleados de un ingenio azucarero de los alrededores, afirmaban que en los últimos días fueron percibidos ciertos movimientos sísmicos de escasa magnitud, a la par de que, para la gente que habitaba desde hace años en la zona, llamaba poderosamente la atención cierto enrarecimiento del aire, particularmente en el área que circundaba las estribaciones de la cadena montañosa a la que pertenece el cerro El Zaire.

Para el 17 de mayo, ya se había aclarado la duda sobre el lugar de la caída, y en base a los testimonios se había determinado que el objeto que había caído tenía aproximadamente 40 mts. de largo. También se se sostenía que, con intervalos de 15 a 20 horas, la tierra registraba leves remezones, al tiempo que se verificaba en enrarecimiento en el aire, y por instantes se percibían emanaciones como de maderos y piedras calcinadas, cosa que fué comprobada por los enviados del diario salteño
el día 16 de mayo, y las noticias no cesaban de producirse. La noche anterior, en Catamarca nuevamente, se vió una flotilla, que pudo ser observada por gente de una confitería bailable, y declararon que los vieron en tres oportunidades en la misma noche, los objetos volaban agrupados en triángulo o en V, y se desplazaban de Este a Oeste y viceversa, a gran velocidad, emitiendo destellos lumínicos de color verde.
Para el 17 de mayo, ya se había aclarado la duda sobre el lugar de la caída, y en base a los testimonios se había determinado que el objeto que había caído tenía aproximadamente 40 mts. de largo. También se se sostenía que, con intervalos de 15 a 20 horas, la tierra registraba leves remezones, al tiempo que se verificaba en enrarecimiento en el aire, y por instantes se percibían emanaciones como de maderos y piedras calcinadas, cosa que fué comprobada por los enviados del diario salteño
Y como prueba de que el hecho no había pasado desapercibido, los periodistas coincidieron que entre los días 9 y 14, habían observado sobre la enmarañada e impenetrable selva la evolución de tres aviones, que a ratos realizaban círculos a baja altura. También se habían producido vuelos nocturnos con uso de reflectorres de mucha potencia y arrojando luces de bengala. Nadie certificó si se trataba de aviones de la fuerza aérea boliviana o de otra nación, pero tanto del lado argentino como del boliviano, se negó haber realizado vuelos nocturnos.
Intromisión de Estados Unidos
El día 18 llegó a Tarija un avión turbo hélice de la Fuerza Aérea Norteamericana, que transportaba al Coronel Simmons y al Mayor Jhon Heide, quienes declararon que su presencia en la zona obedecía a motivos turísticos (si señores, no es broma, tal cual decía en el diario salteño). También llegaron varios técnicos de la NASA a Buenos Aires, con intención de dirigirse a Salta y luego a la zona del impacto.
Al día siguiente una comisión científica trajo hasta Tarija varias cajas y un enorme bulto envuelto y pesado, que fué levantado por cinco hombres. Se usó un jeep para trasladar material hasta el avión, al que subieron el coronel, el mayor (los turistas), el avión levantó vuelo y no regresó nunca más.
Un histórico investigador del fenómeno ovni como Don Pedro Romaniuk, contaba que los militares estadounidenses se movían como si estuvieran en su territorio. Como si la soberanía de las distintos paises no exsitiera, y tuvieran la potestad de apropiarse de todo aquello que les sea de su interés. Dejando tras de sí un sinfín de preguntas tras de sí.

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